“Todos contra el Chef” es una buena idea. El mismo plato, dos versiones, una hecha por un cocinero profesional y otra por una persona aficionada que posteriormente son probados por no especialistas y que deciden cuál de los dos merece más puntuación. Es sencillo, mecánicamente simple, y el pasado domingo se ofreció desde el Palau de la Música Catalana de Barcelona un plato muy complicado de elaboración, con dos presentaciones muy diferentes, y ganó la mujer no profesional. ¿Motivos? Funcionó la memoria infantil, la atavismo gastronómico. Lo del Chef era cocina moderna, muy elaborada, precisa y muy bien presentada, frente a los elementos en estado más puro, con gustos añadidos muy de domingo. No doy la receta de este estofado porque cuando las pruebe, decidiré.

Pero hay otro estafado que no sé ahora mismo si está ya quemado o esperan a que se reduzca totalmente el caldo. “Esta cocina es un infierno” ha resultado ser un pequeño fracaso. Y puestos a enredar un poco, ni el formato, ni el casting era para que no funcionara. Lo que ha pasado es que ni con los mejores ingredientes se asegura un buen plato. Y en televisión mucho menos. Los cocineros profesionales se sintieron defraudados y empezaron a histerizarse, especialmente Sergi Arola, la presentadora funciona con su siempre eficaz sonrisa, pero no es contundente, los “frikis” encerrados en la cocina y la despensa no dieron excesivo juego y muy pronto se vieron quiénes eran las estrellas del medianeo, por lo que no consiguieron las cuotas de pantalla que requiere un esfuerzo semejante. ¿El jueves despedida? Probablemente.

Otra despedida de este jueves es “Fuera de control”. Un nuevo fracaso de la primera estatal y van... Existe un gafe. No puede ser que se contraten productos con tan pocas garantías de calidad. Este caso es similar, una buena productora, Globomedia, un equipo de guionistas y directores probados en otros trabajos, un reparto que también ha logrado éxitos y en la mezcla de todos ellos, no se consigue el sabor adecuado ni la cocción debida, y en ocho capítulos se baja del veinte por ciento al doce y, claro está, de momento al congelador, por si acaso hace falta cubrir algún agujero en verano. -