Villepin se muestra inflexible y descarta «retirar, suspender o desnaturalizar» el CPE
El primer ministro francés, Dominique de Villepin, afirmó ayer que no aceptará ni «la retirada, ni la suspensión, ni la desnaturalización» de los contratos para jóvenes que han provocado un importante rechazo estudiantil y sindical. Villepin, reunido con todos los diputados y senadores de la UMP, dijo que las tres opciones «son imposibles», a pesar de que se esperaba que el encuentro del primer ministro con su mayoría parlamentaria en Matignon sería la ocasión elegida para responder con alguna ligera modificación de los CPE a las movilizaciones convocadas para el próximo martes.
PARIS
El jefe del Gobierno francés aseguró que retirar el proyecto de los contratos que admiten el despido libre y gratuito para los menores de 26 años «supondría asumir que nos rendimos ante la lógica de los ultimátum y las amenazas. Nuestro electorado no nos lo perdonaría». Añadió que la «suspensión es contraria a la Constitución» porque la ley ha sido votada. Finalmente, afirmó que cambiar los fundamentos de los Contratos Primer Empleo (CPE) supondría «perder el equilibrio del proyecto y privarle de toda posibilidad de éxito». En un discurso inflexible y en la línea expresada por el Gobierno en las últimas jornadas, Villepin puso también límites a la negociación. Aunque se esperaba que el Ejecutivo modificaría la duración de estos contratos de dos a un año, ayer afirmó que sindicatos y patronal podrán reducir el período de prueba, pero sólo mediante «acuerdos sectoriales». Lo que es innegociable, según Villepin, es que durante el período de prueba, sea cual sea su duración, se impida el despido sin justificación, punto más controvertido de los nuevos contratos. En su opinión, sería «caer en un formalismo jurídico que complicaría el contrato y lo haría ineficaz».
Tampoco informar sobre causas De esta forma, rechazó también la posibilidad de que que se informara sobre la causa del despido, como había insinuado el portavoz de la UMP, Bernard Accoyer, al afirmar que «es legítimo imaginar que un joven que ha sido despedido sepa lo que ha pasado» y apuntar la posibilidad de que se informe al tutor que acompañaría al joven durante el período de prueba.
«Hemos puesto el dedo en las dificultades reales de la sociedad francesa. Queremos ser los primeros en encontrar los remedios y lo fuimos en denunciar la precariedad de los jóvenes en el empleo», explicó Villepin. Según el primer ministro, la fuerte oposición que ha encontrado la medida se debe a que ésta incide en «las barreras reales de la sociedad».
«Tenemos derecho a un contrato normal»
Maria AIZPURUA
BAIONA Como en numerosas ciudades del Estado francés, la estampa de miles de estudiantes manifestándose en las calles para exigir la retirada de los Contratos Primer Empleo (CPE) se repitió, ayer, en Baiona. Cientos de ellos iniciaron la marcha desde el campus universitario para dirigirse al centro de la capital labortana, pasando por los liceos públicos René Cassin, Louis de Foix y Paul Bert. Las puertas de esos centros estaban cerradas, pero muchos de los alumnos que cursan los últimos años del bachillerato no habían acudido a clase y se encontraban en la manifestación que a su llegada al centro de la ciudad contaba ya con cerca de 1.800 participantes. Pancarta sin siglas Una única pancarta sin siglas exigiendo, en francés y en euskara, la retirada del CPE abría la marcha. La posibilidad esbozada por el Gobierno respecto a que la patronal estaría dispuesta a aceptar la reducción del periodo de prueba de dos años a uno y a argumentar el motivo de la rescisión del contrato no convencía, sin embargo, a los estudiantes. Así, Clara Rouget, una de las representantes de la asamblea de estudiantes, insistía en que el Ejecutivo debe retirar los CPE: «Los jóvenes somos los perjudicados en esta historia mientras que los empresarios se benefician de esta medida y, además, obtienen exoneraciones en las cargas sociales. ¿Por qué no tenemos derecho a un contrato normal?». Otro participante preguntaba por qué «los jóvenes tienen que pagar el déficit de las arcas estatales». El picnic que tenían previsto celebrar a mediodía quedó un poco deslucido por el mal tiempo pero el cruce de Saint Léon, una de las arterias principales de Baiona, permaneció cortado durante tres cuartos de hora. Para mañana, han convocado otra movilización, a las 10.00 horas, en la IUT. Sigue en coma el sindicalista herido por la
Policía
Cyril Ferez, afiliado al sindicato Sud-PTT, de 39 años, se encuentra hospitalizado en coma, con pronóstico «muy grave», como consecuencia de las heridas sufridas durante la intervención policial tras la manifestación del sábado en París. Ferez sufre un traumatismo craneal grave con lesiones. En un primer momento la Policía habló de un manifestante «borracho» que ya estaba herido cuando los agentes llegaron y que «se golpeó solo o recibió un puñetazo en los disturbios». Sin embargo, ayer “Libération” publicó unas fotos que demuestran cómo un grupo de antidisturbios «pisotea y golpea violentamente» al sindicalista. El fotógrafo Bruno Stevens señaló a ese diario que «él era más lento y se quedó delante de los antidisturbios Recibió un golpe directo en la cabeza. Se cayó como un saco. Después siguieron pegándole en el suelo. ¡Pero muy fuerte!». «Tuve la impresión de que le estaban pisando», añadió. Los sindicatos han exigido responsabilidades por lo ocurrido y la Fiscalía de París ha abierto una investigación preliminar, que será realizada por la Inspección General de Servicios (IGS). -
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