Nieto: «A pesar de las circunstancias, el Colectivo tiene un compromiso fuerte»
Rubén Nieto declaró ayer ante la Sala que los presos políticos vascos mantienen un compromiso «fuerte y decidido» en favor de un proceso resolutivo, incluso después de acontecimientos tan graves como la muerte de compañeros como Igor Angulo y Roberto Sainz. Igual que Iker Casanova, también preso, negó que nadie controle a los prisioneros.
MADRID
Rubén Nieto e Iker Casanova, dos de los tres ciudadanos vascos que están siendo juzgados en el sumario 18/98 que se encuentran presos en cárceles españolas, declararon ayer en relación a la pieza de Ekin. Am- bos rechazaron que esta organización política tuviera como función ejercer el «control» del Colectivo de Presos Políticos Vascos, tal como sostiene la Fiscalía, y Casanova subrayó, a este respecto, que «no creo que haya ninguna organización que se sienta legitimado para decirnos lo que tenemos que hacer».Al igual que Casanova, Nieto mencionó las duras condiciones de vida que sufren los prisioneros, y señaló que «no necesitamos de terceros para darnos cuenta de cuáles son nuestras condiciones de vida y de qué hacer ante esas condiciones». Añadió que «hoy, el Colectivo de Presos Políticos Vascos se siente obligado a responder a las calamidades que se dan en esos centros, donde se guarda toda la miseria del sistema».
«Me parece una aberración»
Nieto declaró que, ante la vulneración de sus derechos, los represaliados intentan hacerlos valer mediante su lucha en las cárceles, pero puntualizó que no necesitan de nadie para hacer esa reflexión y plantear sus respuestas. «Somos nosotros, con nuestras limitaciones, con nuestros defectos o con nuestras aptitudes, los que decidimos eso», afirmó, añadiendo a continuación que «me parece una aberración esa serie de planteamientos», en referencia a la tesis de la acusación.Fue al término de su declaración, a preguntas de su abogada, Arantza Zulueta, cuando Nieto hizo mención a la situación de los presos políticos vascos, un colectivo al que definió como «plural, en el que participan militantes de organizaciones o imputados en diferentes causas judiciales», y que «tienen en este momento un compromiso fuerte, decidido, a pesar de las circunstancias, con compañeros que se están muriendo en las cárceles, con un proceso de resolución». Tanto él como Casanova insistieron también en el derecho y la necesidad de que los prisioneros participen con sus reflexiones en el proceso político que se pueda abrir en Euskal Herria.
«Area de imagen de ETA»
Nieto comenzó su intervención declarando que no respondería a «quienes son un obstáculo para la paz», los mismos que le acusan de ser «el máximo responsable del área de imagen y comunicación social de ETA», en base a unos documentos incautados al militante de la organización armada José María Dorronsoro. Ayer se pudo comprobar que en esos documentos no se hace mención a su persona ni a esa supuesta «área de imagen».Negó, en ese sentido, haber tenido alguna relación con ETA, así como haber sido militante de Ekin explicó que su militancia la desarrolló en EH y Batasuna, de las que fue responsable de comunicación en Bizkaia, aunque sí declaró que colaboró con esta organización en el área comunicativa, concretamente en la elaboración y difusión de “Aldaba” y “Bat-batean”. Una revista y un panfleto cuya distribución era pública. Destacó, en esta línea, que “Aldaba” tenía depósito legal y que podía encontrarse en diversos lugares. También, «como es lógico», en la sede de EH de la calle de Astarloa de Bilbo, donde trabajaba y que para las acusaciones era también la sede de Ekin. Nieto negó tal extremo y apuntó que en este inmueble, además de los ejemplares de “Aldaba” y “Bat-batean” incautados apenas un par de números, había otras muchas publicaciones de carácter político y social de diversos lu- gares del mundo y que el fiscal no ha considerado conveniente citar en su escrito. Una de las principales «pruebas» en su contra es su agenda personal. Para la Policía española, contiene, tras las siglas NKL, las fechas de las reuniones de Ekin. «Significa Nazio Komunikazio Lerroa», se encargó de desmentir Nieto, explicando que hacía referencia a su labor en el área de comunicación de Batasuna.
Su presencia en Astarloa, «prueba» contra Balantzategi
I.B.
MADRID A Xabier Balantzategi, la Fiscalía le acusa de ser «liberado de Ekin». Para ello, se basa en el informe de la Policía española que, a su vez, sostiene como argumento principal para su imputación «la presencia constante en la sede de Ekin de Bizkaia». Una sede que, como ya han manifestado otros procesados que han declarado antes que él, explicó que no existía, ya que el inmueble al que hacen referencia policías y fiscal es la sede que Euskal Herritarrok tenía en la calle Astarloa de Bilbo. En esa sede, hasta el momento en que fue detenido, Balantzategi pasaba varias horas al día, porque trabajaba allí para la formación abertzale, tal como quedó acreditado ayer. «Era una sede pública y conocida», explicó, y añadió que por ella pasaron numerosos agentes políticos y sociales y otros tantos medios de comunicación durante años. Otra «prueba» utilizada para acusarle de ser «responsable económico» de Ekin es un contrato de seguro encontrado en su domicilio. Balantzategi se encargó de replicar, frente a esta acusación, que se trataba de una póliza de seguros de 1995-1996 Ekin nació en 1999 y que correspondía a las txosnas de Herri Batasuna. «Se le negaban las subvenciones que hasta los tribunales reconocían, y era necesario poner txosnas para hacer frente a esa situación», explicó al tribunal, poniendo de manifiesto que, tal como refleja la fecha de la póliza de seguros, no tenía nada que ver con Ekin. Balantzategi reconoció que militó en esta organización en Alde Zaharra de Bilbo y explicó cómo trabajaron conjuntamente con organismos y asociaciones del barrio para lograr, entre otras cosas, que tres de los ocho médicos con los que constaban en Alde Zaharra fuera euskaldunes, o que en el colegio de la zona se impartiera el modelo D. La AVT le acusa también de participar en una campaña en favor de la Fundación Joxemi Zumalabe, en octubre de 2000, cuando él se encontraba en prisión desde hacía un mes. Una situación que abandonó en abril de 2001, para volver en octubre de 2002, a causa de la manifestación del 14 de setiembre, que Garzón atribuyó a Ekin. «Según las tesis tendenciosas del fiscal y del juez, todo lo que hacía era por mi militancia en Ekin denunció, lo mismo si tomaba potes con mis amigos o comía con mis padres». En cualquier caso, no fue el titular del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional quien le envió a prisión aquella vez, sino Angela Murillo, presidenta del tribunal que le está juz- gando y cuya recusación no fue aceptada. Un intento de torpedear una manifestación
multitudinaria
La multitudinaria manifestación del 14 de setiembre de 2002 en Bilbo, bajo el lema «Gora Euskal Herria», además de con decenas de personas heridas y contusionadas, se saldó con la prisión de tres de las personas que declararon ayer: Xabier Balantzategi, Rubén Nieto e Iker Casanova. Los tres se refirieron a este tema, explicando cómo tras la ilegalización de Batasuna hubo un sentimiento de repulsa generalizado en la sociedad vasca, y que aquella manifestación de protesta se preveía «histórica». En esta línea, agregaron que la víspera el juez Baltasar Garzón emitió un auto señalando que la marcha, que estaba legalizada, había sido «convocada por ETA, a través de Ekin», con el claro objetivo de torpedearla. Por ese mismo motivo, ordenó la detención de estas tres personas, que ayer rechazaron de plano que lo argumentado por el juez fuera cierto. También explicaron cómo Garzón no pudo cumplir su objetivo. -
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