Hay veces que noto la programación televisiva como excesivamente grasienta. Me siento apretado, como si me sobrasen algunos centímetros de noticiarios. Otras veces pienso que es una reacción fotosintética a los anuncios primaverales. ¿Por qué se empeñan en que cambiemos de coche? Traduzco los mensajes de los SMS que proliferan en la mayoría de programas televisivos de emisión en directo. Es un entretenimiento subterráneo, presocrático, aniquilador de las buenas intenciones. ¿Para qué? Para ná.

¿Qué ha ganado Tele 5 con Pedro Piqueras al frente de sus informativos? Lo veo apretado, constreñido. No es suficiente ser una cara histórica en las pantallas, ni tener poder de atraer; hoy, en la tele, vamos a velocidades de maquillaje rápido, y cuando debes perfilarte demasiado, muestras un error capilar que acaba introduciendo una duda abrasiva, ¿por qué esconde su alopecia parcial si lo queremos igual sea calvo o sea claro? No es un buen atún. Pero es un bonito pasable. El campo de los informativos está sembrado de posibilidades. Las cadenas deben tener su presencia en el territorio de las opciones políticas. Debe existir claridad, saber a qué se juega. ¿Se sabe ahora máximo que línea tienen los informativos de Tele 5? Observaremos la pecera desde otra perspectiva caleidoscópica.

El rojo de Cuatro es muy variable. No es estable. A veces me solivianta, debo reconducir los niveles. Pero en general van definiéndose los terrenos. Está sobre un cinco por ciento de share. ¿Suficiente? Parece evidente que cuesta arrebatar clientela, romper tendencias, rutinas en el sofá y el mando a distancia. Me gusta su vocación periodística de denuncia en los reportajes de calle. Algunas de sus series se apoderarán de las audiencias porque son muy buenas, el doctor malcarado y la policía suben. Otras opciones son más cuestionables.

Mañana abre otra cadena, La Sexta se llama, y está compuesta por un accionariado muy profesional. Veremos dónde se quiere situar, porque el espectro está muy apretado y si hay que hacer sitio a otra, los resultados de Sofres van a ser ajustadísimos y cada uno de nosotros somos un valor en alza. -