Nunca he votado ni he participado en campaña electoral alguna, ni cuando llegó la oportunidad de hacerlo en mi tierra natal. Para entonces era un prófugo y desertor del Ejército español. Mal podía presentarme pues a ejercer mi deber de buen ciudadano, se entiende, en la recién parida democracia española, si ni tan siquiera podía reivindicar mis derechos de obrero y liquidar la cuenta allí donde venía trabajando hasta entonces. Salí corriendo, que dirían, y perdí los derechos del mundo civilizado. Luego me vino el destierro, la deportación a este pequeño país africano que poco a poco me ha ido entrando en el alma. Tampoco recuperé mis derechos en São Tomé y Príncipe, pero una vez hasta tuve la oportunidad de participar en el cortejo de la victoria. Era como sacar la gabarra del Athletic a la ría. Un poco de alegría.

Ahora estamos otra vez en medio de una campaña electoral, aquí en la isla, y parece que se juegan todos los cuartos. El país está entrando en la era del petróleo y en el punto de mira de los que planifican las guerras, y nadie quiere quedarse rezagado. Ni los que internamente tienen ambiciones; ni los que externamente quieren tener influencia en el codiciado Golfo de Guinea. Los dictadores vecinos quieren tener un dictador más en la cuenta. Las empresas petrolíferas quieren su títere. Los EEUU buscan su base. Angola quiere un país hermano estable. La ONU necesita seguir sus políticas de afirmación en el mundo... ¡El que gane ­dicen­ lo hará para muchos años! Tendrá la bendición de los poderosos y del dinero que lo compra todo. Como Bongó en Gabón, o Macías en Guinea Ecuatorial. Yo no me juego mucho: mi dossier, con una carta de Pedro Pires apoyando una solución lógica para recuperar mis derechos de ciudadano, desapareció de las oficinas del ministerio, y el nuevo gobierno no hará nada por rescatarlo. Pero tengo inclinación por uno de los partidos, el MLSTP (Movimiento de Liberación de São Tomé y Príncipe) ¡Que nos creu... Eu nunca conheci outro partido...Não é como agora ...que há tantas igrejas! Mi postura tampoco es cuestión ideológica. Adopté una simple regla de supervivencia: estar con el adversario de tu enemigo político. Estar con los amigos.

Y lo dicho por lo no-dicho, la precampaña comenzó con el ¡Robo de Marruecos!, es decir, cuando salieron a la luz los trapicheos que el Presidente de la República (PR) venía haciendo con el dinero que Marruecos regalaba al país para que éste abandonase la idea de reconocer a la República Saharaui.

Así estaban las cosas: el ¡Robo de Marruecos!; un motín en la Policía Nacional; intromisiones de una supuesta agente de la CIA en las cosas del país y supuestas amenazas en su contra... Una más que presumible campaña caliente, regada con dinero caído del cielo. Insultos y pedradas. Un marzo con mucho ¡banho! para comprar las conciencias, mucha cerveza helada en los quioscos de madera de los barrios. Mucho teléfono móvil regalado. Dinero en la boca de las urnasŠ ¡Comer, lo que se dice comer, se puede comer de todo, pero el domingo 26 hay que votar con el corazón!, planteaba MLSTP, más arraigado a los amores que a las revoluciones. Por su lado, ADI apelaba la conciencia y al ¡viragem total! para cambiar la suerte del pueblo saotomense, sin explicar muy bien de dónde vendría el dinero para tal acontecimiento, o simplemente anunciando una buena gestión. Esta y otras promesas llegaban hasta la aberración, y el pueblo, con aquella capacidad fantástica de dar vuelta a las cosas con el humor de los pobres, contaba que el Partido Liberal Social iba a construir un puente entre las islas de São Tomé y Príncipe, nada menos que un puente de 140 kilómetros.

Previsiones fallidas

Pero las previsiones no se cumplieron. La primera noche, la propaganda no llenó las paredes como en otras ocasiones. Un equipo ponía carteles en las paredes del mercado, y otro equipo venía atrás para arrancarlos. No hubo grandes mítines de apertura, ni caravanas de carros con banderines y músicas. Las bailarinas, esas sí, entraron en las jaulas de los camiones para exhibirse por los barrios y las carreteras. Las máquinas no arrancaron, sobre todo las de MLSTP, que pareció desaparecer de la escena, en espera de que llegasen los materiales y el dinero de Luanda. El Movimiento Novo Rumo, del empresario João Gomes, abrió el cofre de las promesas, todas las promesas buenas del mundo, empleo, salud, pesca... echando mano de su imagen de empresario famoso: ¡Voy acabar con la corrupción!, era uno de sus mensajes. Pero alguien le recordó su paso por la dirección de la empresa estatal de pescas, preguntándole por qué no pidió entonces una auditoria. Malas lenguas. Buen negocio lo de empresario que se mete a político: las contabilidades se entrecruzan fácilmente. El bla-bla-bla de la caza al voto. Generación Esperanza, otro invento de descontentos, prometía una campaña pedagógica y que lo suyo no era el poder, pero a lo pocos días vimos que estaba allí para atacar al MLSTP y prometer una revolución aterciopelada sin alforjas, como se promete el oro y el moro. Sólo ADI se presentó con buen tono al mercado de los votos, con un profesionalismo de primer mundo y un programa renovador lleno de intenciones sanas. En cuanto al MDFM-PCD, el Presidente de la República les echó un severo sermón el día de la fiesta de aniversario en su finca, como los malos entrenadores lo hacen en el descanso a los equipos desconcentrados. Ya en la recta final, el presidente del MLSTP Guillermo Posser, reapareció en Trindade para asumir los fracasos de los gobiernos anteriores y relanzar el partido desde el fondo de su corazón. Los adversarios, que ya le daban por muerto, se quedaron asustados por su capacidad de movilización.

La cuestión de fondo es si el partido del Presidente de la República sale derrotado en las urnas o no.

En caso afirmativo, y si ADI y MLSTP forman gobierno, São Tomé y Príncipe tomará un rumbo más de izquierdas, más independentista.

En cuanto a la situación del pueblo, de su pobreza, descontento y falta de esperanza, todo hace pensar que la travesía del desierto continuará, aunque podrá caminar hacia algo mejor. Sería el final del fenómeno ¡empresario político!, eso sí, el fin del Presidente de la República Fradique de Meneses. Las fuerzas externas que se interesan por el país: EEUU-Universidad de Columbia, Angola, China, Taiwán, Francia, Portugal y Nigeria, se verían obligadas a retocar sus estrategias y amistades. -