Udalbiltza subraya el carácter internacional del conflicto
·La institución nacional valora las reacciones de mandatarios vascos e internacionales ante el alto el fuego de ETA
BILBO
Udalbiltza expresó ayer su preocupación ante las valoraciones sobre el proceso que, en las últimas semanas, ha realizado mandatarios vascos como extranjeros tras el alto el fuego permanente de ETA, y subrayó la necesidad de tener presente que el conflicto que vive Euskal Herria tiene un carácter «político, histórico e internacional».En un comunicado, la institución nacional se refiere a las declaraciones efectuadas, entre otros, por el secretario general de la ONU, Kofi Annan;el líder de la UE, Juan Manuel Durao Barroso;el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero; el jefe del Ejecutivo francés, Jacques Chirac;el presidente navarro, Miguel Sanz; y el lehendakari, Juan José Ibarretxe. Tras analizarlas, advierte que el alto el fuego de ETA «no supone el principio del fin de un problema interno del Estado español, sino una oportunidad para superar un conflicto histórico e internacional de carácter político». Así, aunque reconoce la importancia de la ayuda que los mandatarios internacionales pueden prestar al proceso de resolución, Udalbiltza indica que, para que dicha ayuda pueda producirse, «es necesario que primero sean conscientes de la dimensión internacional del conflicto». En el texto, la institución nacional recuerda que el inicio del contencioso es muy anterior al nacimiento de la organización armada en el año 1959, en tiempos del franquismo. Se remonta para ello hasta el siglo XVI y al final de la ocupación castellana. Añade, además, que éstas no fueron las primeras ni las únicas acciones de este tipo ocurridas en Euskal Herria. En relación al carácter internacional del conflicto, Udalbiltza subraya que éste afecta a tres naciones europeas, una de las cuales, Euskal Herria, carece de estado. «Es obvio que esta situación política e institucional no la han elegido los ciudadanos vascos de manera democrática», remarca.
Proceso democrático Por todo ello, advierte que el alto el fuego de ETA «no es sinónimo de paz» y explica que la resolución definitiva del conflicto «sólo tendrá lugar cuando se reconozcan y se permita ejercer a los ciudadanos vascos todos los derechos que se recogen en los documentos internacionales».
Para alcanzar ese objetivo, la institución nacional reconoce la necesidad de poner en marcha un proceso democrático en el que «el papel de los estados español y francés se limitará a respetar la decisión que adopte la ciudadanía vasca» y donde considera necesario que los agentes internacionales actúen de garantes.
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