Sangriento atentado anti-chiíta cuando se cumplen tres años de la ocupación de Bagdad
·Tres kamikazes se inmolan en una mezquita controlada por la ASRII dejando un saldo de 79 muertos
Cerca de un centenar de fieles murieron ayer en un triple atentado suicida dirigido contra la formación gubernamental ASRII en una mezquita de Bagdad. El atentado recuerda al que en agosto de 2003 segó la vida de su principal líder, el ayatolah Al-Hakim. Los atacados acusan directamente a los sunitas, lo que augura más represalias. Bagdad se ahoga en sangre tres años después de la entrada triunfal de las tropas estadounidenses.
BAGDAD
Cerca de 80 personas murieron y 164 resultaron heridas ayer en un triple atentado suicida al final de la oración del viernes en una mezquita de la capital iraquí controlada por la formación chiíta Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII).Según la versión policial, una mujer o un hombre disfrazado de mujer hizo explosionar su cinturón de explosivos junto al puesto de seguridad que controla la entrada de las mujeres en la mezquita Baraza, situada en el norte de Bagdad, en el barrio chiíta de Utafiya. Otros dos kamikazes, uno de ellos vestido con ropa de mujer, aprovecharon la confusión para entrar en el templo. Uno de ellos se hizo explotar en la principal sala de oración y en medio de la mucheduumbre y el otro hizo lo propio en el despacho del imam de la mezquita, el jeque Jalaleddine al-Saghir, quien en ese momento se encontraba dirigiendo la oración. Al Saghir es uno de los principales dirigentes de la ASRII, formación liderada por Abdel Aziz Hakim que forma parte de la coalición chiíta Alianza Unida Iraquí vencedora de los últimos comicios. Abdel Aziz Hakim sustituyó al frente de la ASRII a su hermano, el ayatolah Mohamed Baqr al Hakim, muerto en agosto de 2003 en un atentado similar al de ayer, aquella vez contra el mausoleo de Ali, en la ciudad santa de Najaf, atentado que descabezó al movimiento, principal fuerza opositora a Saddam Hussein y aliada privilegiada de Teherán. El imam de la mezquita atacada aseguró desconocer si era el objetivo del atentado «he sufrido tantos intentos de atentado que ya no sé», pero no dudó en responsabilizar directamente al Comité de Ulemas, máxima institución religiosa sunita en Irak. Al Saghir aseguró que publicaciones vinculadas al Comité de Ulemas han denunciado que la mezquita Baraza se ha convertido en un «centro de detención secreto y que alberga en su interior fosas comunes de sunitas ejecutados», denuncia que según el habría inflamado los ánimos contra este lugar de oración gestionado por su formación política. Formación que ha recobrado protagonismo estos días al alinearse con Washington contra la reelección de Ibrahim al-Jaafari, de la formación aliada chiíta Al Dawa, como primer ministro del Irak ocupado. Las potencias que ocupan Irak no dudaron en vincular este atentado con la crisis política surgida tras los comicios de diciembre. De visita en Washington, el ministro de Defensa británico, John Reid, aseguró que «cuanto peor y más lentas van las cosas más se frotarán las manos los terroristas, porque eso les da pie a ilustrar la incapacidad de la clase política iraquí para unirse y les permite seguir con la violencia (...) Los terroristas aman el vacío», concluyó Reid. El presidente de EEUU, George W. Bush, reconoció que el tiempo transcurrido desde los comicios parece «un decenio» e instó a la formación de un gobierno de unidad. De unidad pero con el candidato elegido por la coalición chiíta fuera, tal y como insistió en su reciente visita la secretaria de Estado, Condoleezza Rice. Tejemanejes políticos que no hacen más que agravar la situación, justo cuando mañana se cumplen tres años de la entrada triunfal de las tropas estadounidenses en Bagdad. La televisada destrucción de la estatua de Saddam en la Plaza Fardus se revela, tres años después, cómica en medio de la actual tragedia. Una tragedia en la que está sumida Bagdad y que, a tenor de secuencias anteriores, se agravará aún más. Y es que llega la hora de dar un paso más en las represalias contra la población sunita. Un círculo infernal.
EEUU justifica sus contactos con grupos de la resistencia
El embajador de EEUU en Irak, Zalmay Jalilzad, confirmó contactos con grupos de la resistencia y vinculó este diálogo con una reducción de los ataques a los soldados ocupantes. Esta percepción no está avalada por los balances de bajas mortales del propio Pentágono, que ayer dio cuenta de otros tres soldados muertos, 20 en lo que va de mes. 2.347 desde la invasion de Irak. En todo caso, excluyó negociaciones con grupos «saddamistas o terroristas», en alusión a los vinculados con el Gobierno de Saddam Hussein y con la red Al Qaeda. En relación a los contactos con grupos de la resistencia iraquí, estos son un secreto a voces en los últimos meses y no faltan analistas que apuntan a un intento, por parte de Washington, de intentar sembrar la división en un entorno resistente de por sí fragmentado por efecto de la misma ocupación y de su salvaje represión. -
Comisión en Alemania
GARA
BERLIN Los socios de la Gran Coalición alemana, conservadores y socialdemócratas, sumaron sus votos a la oposición y votaron a favor de la creación de una comisión de investigación sobre la ayuda activa de los servicios secretos alemanes a la invasión de Irak, filtrada desde hace meses por la prensa. CDU y SPD, formación esta última responsable de esa colaboración cuando paralelamente se oponía a la invasión del país árabe, apoyaron la propuesta habida cuenta de que liberales, socialistas y verdes cuentan con suficientes votos para forzar su creación. Así, coparán ocho de los once puestos de la comisión, incluida la presidencia. Silencio de Washington
GARA
WASHINGTON La Casa Blanca rechazó ayer confirmar o desmentir si el presidente Bush autorizó personalmente la filtración de información secreta sobre Irak, tal y como confesó el alto funcionario de la Administración estadounidense Lewis Scooter Libby Libby está acusado de perjurio y obstrucción a la justicia por haber divulgado la condición de agente de la CIA de la esposa del en 2003 embajador en Nigeria, Joseph Wilson, quien poco antes desmentía públicamente la supuesta compra de uranio por parte de Irak a este país africano. El acusado asegura que contó con el permiso del presidente para divulgar «cierta información» de espionaje.
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