Perú vota con la ilusión de lograr un «buen gobierno»
Los comicios de mañana no son una cita electoral más, ya que uno de los candidatos, Ollanta Humala, ha sabido ilusionar a los sectores que siempre han quedado al margen de la historia oficial. Su victoria sería incorporada a los procesos de cambio que vive Latinoamérica. Para luego quedaría lo más difícil.
LIMA
«Lima se tiñó de rojo para compartir con el candidato presidencial Ollanta Humala el cierre de su campaña política, en la que renovó su compromiso con la lealtad y defensa de Perú hasta con su propia vida», escribía Roberto Hernández en la agencia cubana Prensa Latina tras el cierre de campaña del candidato del Partido Unión por el Perú (UPP).Su proyecto político declarado tiene como propósito refundar las bases de la República. «No he querido sembrar odios, sólo reclamo un mejor futuro para la nación y nuestros hijos, para que vivamos en una sociedad sin discriminaciones», manifestó el ex militar ante coros interminables que pronosticaban su triunfo en primera vuelta, aunque los sondeos indican justo lo contrario. La campaña para las elecciones presidenciales y legislativas de mañana concluyó el jueves con mítines de los principales candidatos en Lima y la sureña Arequipa, donde intentaron captar el crucial voto de los indecisos. Desde aquella medianoche entró en vigor la prohibición de emitir mensajes electorales y vender bebidas alcohólicas, que se extenderá hasta después de las votaciones. El nacionalista Ollanta Humala y la conservadora Lourdes Flores de Unidad Nacional estaban codo con codo en intención de voto, pero todo parecía indicar que ninguno lograría la mayoría absoluta y sería necesaria una segunda vuelta. Un sondeo de CPI, cuyos resultados se conocieron el jueves, da a Flores el 27,6% de la intención de voto y a Humala un 25,9%. El ex presidente Alan García (1985-1990), del histórico Partido Aprista Peruano (PAP), se mantiene tercero en las preferencias electorales, con el 24,9%. Sin embargo, García se mostró confiado en que estará en la segunda vuelta. Los tres aspirantes llegaban a la recta final tras una campaña en la que no han faltado los insultos y la guerra sucia.
La estrella principal
La presencia de Humala como favorito, tras las victorias de fuerzas progresistas en países como Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay, Bolivia... es la que hace diferente la votación de mañana. Humala ha expresado su intención de reescribir la Constitución para «frenar el proceso de neocolonialismo en Perú» y se opone a la ratificación de un Tratado de Libre Comercio con EEUU. También ha prometido revisar los contratos firmados con empresas internacionales e imponer un impuesto sobre beneficios extraordinarios a la compañías mineras extranjeras. Asimismo, anunció que frenará todos los programas de erradicación de drogas financiados por EEUU y que buscará mercados alternativos para los cultivos de coca de Perú. Si bien Humala se ha identificado con figuras como el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, o de Argentina, Néstor Kirchner, los analistas que desean su derrota prefieren destacar que «su retórica lo acerca más a los líderes de Venezuela, Hugo Chávez, y Bolivia, Evo Morales, lo cual ha causado nerviosismo en Washington y países inversores». Muchos de sus simpatizantes creen que Humala ofrecerá una alternativa a la corrupción y sordidez de la política tradicional peruana. Su campaña se ha visto empañada por acusaciones de violaciones a los derechos humanos durante la lucha militar contra los guerrilleros de Sendero Luminoso.
Candidatos del sistema
Lourdes Flores, la candidata de la extrema derecha, dice creer que Perú necesita urgentemente un «cambio económico y social» y promete un gobierno «innovador» y libre de corrupción, basado en un Estado «fuerte pero eficiente, que llevará los beneficios del crecimiento económico a los niveles más pobres de la sociedad». Una de sus promesas electorales es crear 650.000 nuevos puestos de trabajo cada año.La candidata que espera que sus aspiraciones reciban un impulso por el reciente triunfo de Michelle Bachelet en Chile ha dicho que luchará por la igualdad de derechos. Tiene el respaldo de la pequeña clase media y de líderes empresariales, pero su imagen como la candidata pro mercado le resta apoyo entre los sectores más pobres. A pesar de la hiperinflación, acción guerrillera y abusos de los derechos humanos que marcaron su Presidencia (1985-1990), Alan García aún mantiene cierta popularidad entre muchos peruanos y su campaña se ha centrado en conquistar el voto de los jóvenes. También ha buscado atraer a las mujeres que apoyan a Flores.
Se buscan un presidente y dos vicepresidentes para cinco años
GARA
LIMA Perú va a las urnas para elegir un presidente y dos vicepresidentes por un periodo de 5 años. También elegirá a los 120 legisladores del Congreso, que es unicameral. Dos vueltas. Un candidato presidencial debe obtener más del 50% de los votos en las elecciones del 9 de abril para obtener un triunfo automático. Si esto no ocurre, los dos candidatos con la mayor cantidad de votos irán a una segunda vuelta, prevista para el 7 de mayo. El ganador asumirá la Presidencia el 28 de julio de 2006, el Día de la Independencia de Perú. Gobierno. Una vez en el cargo el presidente nombra a un primer ministro, que a su vez elige al gabinete, eso sí, con la aprobación presidencial. El presidente de Perú no puede ser reelegido por un segundo período consecutivo. ¿Quién puede votar? El voto es obligatorio en Perú para todos los ciudadanos de entre 18 y 70 años. 16,5 de los 28 millones de peruanos son electores hábiles, según la Oficina Nacional de Procesos Electorales de Perú (ONPE). Unos 458.000 de ellos (2,8%) podrán votar en el extranjero. El 50,2% del electorado es masculino. En las últimas elecciones presidenciales de 2001 votó el 83,3% de los 14,9 millones de electores hábiles. Preocupaciones. Pese a que el Gobierno de Alejandro Toledo tuvo relativos logros económicos, éstos no han llegado a las vidas de los millones de peruanos pobres. Casi la mitad de la población vive por debajo de la línea de pobreza. El sistema de salud está en crisis: un cuarto de la población no tiene acceso a asistencia médica. La educación necesita reformas urgentes y muchas áreas rurales no tienen agua potable ni carreteras pavimentadas.
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