La inquietud precede al nuevo plan de Mercedes
·La multinacional no ha concretado aún su propuesta para la planta de Gasteiz
Daimler Chrysler ha anunciado sus planes para reestructurar su planta de Gasteiz cuando lleva a cabo un ajuste en todo el mundo y en los meses previos a las elecciones sindicales y a la negociación colectiva, lo que hace revivir las amenazas expresadas en la negociación del pacto vigente.
GASTEIZ
El pasado mes de setiembre, Daimler Chrysler anunció la eliminación de uno de cada nueve de los 93.000 puestos de trabajo del grupo en Alemania. El recorte de 8.500 empleos se producirá a lo largo de un año mediante jubilaciones o retiradas voluntarias. Este es uno de los ajustes del nuevo presidente, Dieter Zetsche, que llegó decidido a repetir su experiencia en Chrysler, donde eliminó las pérdidas a costa de reducir 26.000 empleos. Pero el plan en Alemania estaba condicionado porque la multinacional del automóvil había renunciado en 2004 a los despidos forzosos hasta 2012 en un acuerdo con los sindicatos a cambio de un paquete de ahorro de 500 millones de euros, bajo el nombre de «Salvaguardar el futuro 2012». En el acuerdo se establecen, por ejemplo, las condiciones para que los empleados dejen la empresa con un subsidio del 80% a partir de los 53 años hasta llegar a la pensión de jubilación a los 62 ó 63 años; la jubilación a tiempo parcial es posible a partir de los 57 años, con un 85% del sueldo bruto hasta la jubilación y los años sabáticos cuentan con indemnización de mil euros por cada año.
Reducción de directivos En enero se anunció un nuevo modelo de gestión con la reducción de empleos en funciones administrativas y puestos directivos. En todo el mundo la reducción del personal administrativo será de un 20%, lo que supone 6.000 empleos.
Ahora el recorte de empleo llega a Gasteiz, al menos en forma de planes sin concretar. Hasta ahora, la empresa sólo ha realizado un cálculo del aumento de productividad que quiere conseguir en los próximos tres años, pasando de producir 60 vehículos por hora a 45 por hora. Según la empresa esto equivale a unos 750 empleos, aunque la dirección ha evitado dar cifras concretas sobre sus planes. En todo caso, asegura que pretende que se lleven a cabo sin medidas traumáticas «en la medida de lo posible».Pero la reducción de plantilla lleva produciéndose desde hace tres años. De hecho, tras el incremento de personal de 2003, se ha regresado a los niveles de 1998, perdiéndose un millar de puestos de trabajo. La diferencia es que estos mil empleos eran eventuales y ahora les tocaría el turno a los fijos. LAB ha llevado a los tribunales algunos de estos despidos, ya que denunció que se trataba de puestos fijos encubiertos, obteniendo sentencias favorables. La que parece más concreta es la reducción de los puestos directivos y administrativos que conlleva la concentración en Alemania de divisiones como compras, desarrollo, recursos humanos, logística, calidad, ingeniería y, en general, todo lo que no se relaciona directamente con la producción. Este recorte podría afectar a más de un centenar de personas en la planta alavesa y es el colectivo en el que se ha generado más inquietud. Incluso en la factoría gasteiztarra se asegura que podría desaparecer el propio cargo del presidente de las empresas de Barcelona y Gasteiz, Armando Gaspar. Según explicaron los responsables de LAB la pasada semana, la dirección aseguró que este año prevé ya una reducción de entre 150 y 200 empleados. Si durante la negociación del convenio la amenaza era la deslocalización, ahora llega en forma de recorte de empleo, precisamente cuando el convenio finaliza este año y cuando solamente faltan unos meses para que se realicen las elecciones sindicales.
Presiones en la negociación del convenio
GASTEIZ El anuncio sobre la reestructuración de Mercedes llega sólo unos meses después de que la dirección asegurara que no habría recortes de empleo en Gasteiz y que éstos sólo se producirían en Barcelona. Se trataba de un período de «calma» tras las amenazas producidas durante la negociación del convenio colectivo vigente, que fue firmado en minoría por CCOO y UGT, a pesar del rechazo de la mayor parte del comité ELA, LAB, ESK y USO. La dirección llegó a amenazar con trasladar la mitad de la producción a Alemania si continuaban las movilizaciones y los paros. El rechazo se centraba en las medidas de fuerte flexibilidad que no parecen ser suficientes para la dirección y no han asegurado el empleo. El miedo cuajó sobre todo entre las instituciones que se apresuraron a pedir «responsabilidad», presionaron a la plantilla y, finalmente, respiraron aliviadas con el cese de las movilizaciones y la firma del convenio. Apoyo institucional El entonces portavoz del Gobierno de Lakua Josu Jon Imaz aseguró que el «apoyo político y económico y la cercanía del Ejecutivo con los responsables de la empresa «ha sido máximo» durante la negociación. El diputado general de Araba, Ramón Rabanera, no tuvo empacho en posicionarse frente a «la postura de cierta intransigencia» de los sindicatos. Incluso después de firmado el pacto, la dirección mantuvo la incertidumbre sobre el futuro de la planta alavesa y la adjudicación de nuevos modelos al expresar que habían perdido «confianza». El jefe de la división de Furgonetas, Rolf Bartke, dijo que Gasteiz era «una base perfecta para un crecimiento de futuro» pero no sin advertir que «los empleados tienen en su mano poder asegurar sus puestos de trabajo». Ahora, las instituciones han reiterado las llamadas a la «responsabilidad». Un 3% más de producción con menos
plantilla
La plantilla mundial de todo el grupo Daimler Crhysler era de 441.502 trabajadores en 1998, con una producción de 4,4 millones de vehículos. El año pasado, con un 0,5% de plantilla menos, 382.724 personas, se fabricaron 4,8 millones de vehículos, un 3% más. Los beneficios fueron de 2.800 millones, un 12% más que en 2004. -
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