Vuelve la Asamblea de Belfast después de casi cuatro años de suspensión
La Asamblea norirlandesa, que se reúne hoy por primera vez desde octubre de 2002, no disfrutará de la transferencia de poderes o de la presencia de un Ejecutivo debido a la negativa unionista de compartir poder con Sinn Féin. El DUP anuncia que en otoño consultará con sus miembros si forma gobierno con los republicanos.
DUBLIN
Esta es la primera sesión para algunos de los 108 diputados elegidos para la Asamblea legislativa norirlandesa el pasado noviembre de 2003. Y la reinstauración de la Asamblea se ha iniciado con polémica, con una alianza unionista que podría hacerle perder a Sinn Féin uno de los tres ministros que les correspondían.David Irvine, el líder del Partido Unionista Progresista (PUP), organización política vinculada a grupo lealista UVF, ha aceptado integrarse en el grupo del Partido Unionista del Ulster (UUP), de Reg Empey. El Ejecutivo norirlandés es elegido proporcionalmente al número de diputados de cada partido en la Asamblea. Al DUP, con 32 de los 108 escaños, le habrían correspondido inicialmente cuatro ministros y el primer ministro, pero debido a la suspensión por parte del partido de uno de sus diputados Paul Berry, al que se le ha abierto una investigación por un posible encuentro sexual con un masajista sus opciones se limitan a tan sólo tres. Y Sinn Féin, que había resultado el beneficiario de ese ministerio, ahora lo pierde por la alianza entre unionistas y lealistas, que le otorga al UUP veinticinco miembros, frente a los 24 del partido republicano. Sin embargo, Sinn Féin y DUP, como partidos mayoritarios por la comunidad nacionalista y unionista, ya han elegido a los dos vicepresidentes parlamentarios, Francis Molloy y Jim Wells, respectivamente, que sustituirán a Eileen Bell, presidenta de la Asamblea nominada por Londres, si es necesario. El republicano Molloy ya ha advertido de que no «coordinará o tomará parte en debates sobre questiones sobre la que la Asamblea no tiene ningún poder», pero sí participará en «intentar que se elija un Ejecutivo y que así se permita a la Asamblea iniciar su trabajo». Así reafirmaba las declaraciones del líder de Sinn Féin, Gerry Adams, que dijo que el único motivo por el que su partido volvería a la Asamblea es para reinstaurar el Ejecutivo, al tiempo que anunciaba la intención de Sinn Féin de nominar al líder del DUP Ian Paisley como primer ministro norirlandés. Londres y Dublín han impuesto el 24 de noviembre como fecha límite para elegir el Ejecutivo. La Asamblea no se había reunido debido a la suspensión de las instituciones decretada por el Gobierno británico en octubre de 2002, cuando la Policía norirlandesa irrumpió en las oficinas parlamentarias de Sinn Féin como parte de su investigación de una red de espionaje republicana. No se condenó a ningún republicano, pero hace unos meses se descubrió que Denis Donaldson, el que era jefe administrador de Sinn Féin, había trabajado para los servicios secretos británicos durante 25 años. Donaldson apareció muerto el pasado mes de abril a consecuencia de dos disparos. El IRA desmintió rumores que apuntaban a su responsabilidad en este hecho.
El DUP consultará a sus bases
S.G. DUBLINEl partido unionista mayoritario, el DUP, iniciará un proceso de consulta con la comunidad unionista sobre la posibilidad de compartir poder con los republicanos este otoño, informó Peter Robinson, el segundo de Ian Paisley, quien explicó que no tenía sentido iniciar el proceso ahora que existen tantas dudas dentro del partido. Robinson condicionó esta consulta a un informe de la Comisión de Verificación que confirme que el IRA ha cesado en sus actividades. Por su parte, el líder de su partido, el reverendo Ian Paisley, apuntó a que Sinn Féin debe respaldar al servicio policial norirlandés si desea formar un Gobierno con los unionistas. «Las negociaciones no tienen futuro hasta que todos aquellos que vayan a estar en el Gobierno de Irlanda del Norte apoyen completamente a la Policía. Paisley advirtió de que la fecha del 24 de noviembre, puesta como límite para la elección del Ejecutivo, no debe preocuparle a nadie. Por otro lado, vaticinó que las negociaciones serán duras y que su partido intentará renegociar el contenido del Acuerdo de Viernes Santo.
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