Josebe Egia
Mari Jose Urruzola: una mujer de las imprescindibles
En noviembre del pasado año, desde este txoko, ante la indecente campaña que se orquestó en el Estado español contra Mari Jose Urruzola, a raíz de la distribución en Castilla-La Mancha de sus excelentes “Guías para chicas” nos preguntábamos: ¿dónde está la perversión?, y no tuvimos duda en la respuesta: en sus sucios cerebros. Hoy, tristemente, no escribimos para solidarizarnos con ella como lo hicimos entonces junto a miles y miles de personas que valorábamos su trabajo. Hoy la estamos despidiendo. Se nos ha ido de repente, de ese modo discreto que ella cultivaba, por ese camino que algún día nos tocará transitar. No estoy para nada de acuerdo con esa teoría de que nadie es imprescindible. Normalmente la suelen utilizar quienes quieren restar importancia a alguien, o personas imprescindibles que, a su vez, y probablemente por ello, son modestas. Cierto que aunque una de ellas desaparezca la vida continua, pero no de igual modo. Nos quedamos sin la aportación necesaria de esa persona y, por tanto, más pobres. Mari José era una mujer de las imprescindibles. Sin su trabajo, sus aportaciones, la historia del feminismo vasco no sería la misma y eso, hasta quienes discrepaban de ella, no lo discuten. Sus dos pasiones y compromisos públicos: el feminismo y la coeducación que en ella eran un todo han sido la marca de su vida y la de su entorno, en el que irradiaba su entusiasmo incansable. Su vocación pedagógica, tanto mientras ejercía la docencia pura y dura como en su etapa de asesora en coeducación, la llevaron a publicar numerosos libros de carácter didáctico en los que volcaba sus ideas y experiencias, siempre válidos para ser utilizados en las aulas y en las familias. Se pueden encontrar sus publicaciones en la Editorial Maite Canal y parte de algunas en los siguientes enlaces www. educacionenvalores.org/article.php3?id_article=471 http://www.miescuelayelmundo.org/article.php3?id_article=48. Sus ideas, expresadas con sus palabras, eran que «Para conseguir un desarrollo global como persona, hay que empezar por reconocer que las niñas y los niños desde la infancia empiezan a ser socializados en función de estereotipos sexistas, que les van encasillando (...) la Escuela Coeducadora se propone salvar todo lo positivo de la experiencia colectiva de las mujeres y de los hombres y acercarse a cada persona en su individualidad y su singularidad, para potenciar que desde su libertad vaya eligiendo quien quiere ser al margen de los estereotipos sexistas y cual va a ser su colaboración a la justicia y a la libertad colectivas». Su coherencia entre sus ideas y su vida personal; su generosidad, para compartir tiempo y espacio en la discusión incansable de cual es el feminismo más eficaz para conseguir una sociedad más justa e igualitaria; su compromiso personal y público, que la llevo a trabajar sin desmayo en Lanbroa y a ser una de las fundadoras del Alderdi Feminista... todo eso y más la hacían una de las mujeres imprescindibles. Como digo, se podía no estar de acuerdo con ella, discutir hasta la saciedad siempre con argumentos y de modo sereno pero estoy segura de que quienes la hemos conocido reconocemos estos valores como algo intrínsecos a su persona. Nunca sabremos cuánto han influido en su muerte estos últimos meses de angustia en los que ha sido atacada sin piedad por la derechona e, incluso, por parte de la jerarquía católica justamente en lo que ha sido uno de sus trabajos importantes pero me atrevo a afirmar que algo ha tenido que ver. Han sido indecentes las manipulaciones intencionadas sacando de contexto, según sus criterios ideológicos, partes del contenido de “Guías para Chicas” que han realizado medios como “Abc”, “La Razón”, tertulianos y tertulianas de algunas radios, el arzobispo de Toledo, la CONCAPA y el PP, con la intención de amedrentar, coaccionar y acallar su voz, que apostaba por un nuevo modelo de desarrollo humano. Deja un legado importante. Jóvenes a las que ha sabido
insuflar su pasión feminista y deseos de par- ticipar activamente en mejorar
esta sociedad, incluso a través de un partido político propio. Publicaciones que
nos van a ser muy útiles durante mucho tiempo. Una escuela de feminismo a la que
cada vez acudían más mujeres de todas las edades... Sus compañeras la echarán
mucho de menos, pero seguro que su ejemplo les dará fuerzas para seguir con su
trabajo. Otras muchas personas también la echarán de menos, yo entre ellas,
porque nos era necesaria. -jegia@gara.net
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