No cabe duda de que unas de las enfermedades más peligrosas de hoy en día son las relacionadas con los problemas alimenticios. Las causas para acabar padeciendo bulimia, anorexia u otro tipo de trastorno alimentario pueden variar según el caso, la persona o la situación. De todas formas, los cánones de belleza impuestos incitan a muchas personas, consciente o inconscientemente, a ser modelos a imitar y ésta es una actitud que muchos colectivos creen que debería ser regulada por la Administración. El pasado 20 de abril, la ministra española de Sanidad, Elena Salgado, se reunió con representantes del sector de la moda para poner límites en los cánones de belleza que se transmiten desde este ámbito profesional.
Estas reuniones tienen como objetivo avanzar en la unificación de las tallas y en la promoción de una imagen física saludable. Así, en un plazo de tres meses confían en disponer de unas conclusiones para adoptar medidas que logren la homogeneización de las tallas. Además, se pretende cambiar la imagen de extrema delgadez que se puede apreciar tanto en las pasarelas como en la industria de la moda en general. Junto a los delegados del Gobierno, en la reunión estuvieron representantes del grupo Inditex y de El Corte Inglés, entre otros.
Valoración de ACAB
Garbiñe Agirre, la coordinadora de la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB) de Gipuzkoa, ha señalado a GARA que desde este organismo valoran positivamente este tipo de reuniones, pero, por otra parte, aseguró que «son muy escépticos con ese tema».
Agirre explica que hace años el Gobierno de Aznar también mantuvo reuniones periódicas sobre el mismo tema y el asunto se quedó en «agua de borrajas». Por este motivo, afirma que toda acción que se proponga para la lucha contra estas enfermedades es positiva, pero desde la asociación temen que se quede en un nuevo intento fallido. «La industria adelgazante mueve mucho dinero y es difícil que se llegue a acuerdos cuando hay tantos millones en juego», afirma la presidenta de la asociación.
La verdad es que si se analiza la situación, es paradójico que las tallas de los zapatos estén unificadas a nivel europeo y las prendas de vestir no estén reguladas por ningún tipo de normativa. Por lo tanto, no es raro ver a modelos en las pasarelas con una talla 36 y un 40 de pie. Según Agirre, estas medidas tan desproporcionadas pueden llegar a afectar seriamente a las personas que son más vulnerables de sentirse acomplejadas.
«La gente joven no sabe distinguir entre lo que está bien o mal y, por lo tanto, muchas veces quieren imitar a las personas que están consideradas como cuerpos perfectos» reitera Garbiñe Agirre.
Por este motivo, esta portavoz de ACAB exige a la Administración que tome cartas en el asunto, porque consideran que «al igual que no se permite publicitar ningún tipo de droga, tampoco se debiera permitir que cuerpos tan sumamente delgados fueran sinónimo de belleza y se publiciten en las pasarelas».
Otra de las iniciativas que se propusieron el pasado 20 de abril, fue la creación de un estudio antropométrico para saber la distribución real de las medidas de los habitantes del Estado español. Según Agirre, este estudio que se han comprometido a hacer ahora, «ya lo había prometido en su día el anterior Gobierno».
En estos momentos, sólo queda esperar para ver si estas reuniones semestrales que se han comprometido a realizar ambas partes dan sus frutos. -
BILBO