- Los azulgranas caen en Ipurua -
Otro empujón para un Eibar que reaccionó tarde
·Los armeros desaprovecharon el tropiezo del Tenerife para recortar distancias
EIBAR El Eibar descendió otro peldaño del cada vez más corto camino hacia Segunda B. Un mal partido con reacción tardía y de escasa duración por parte de los azulgranas, se saldó con su 18ª derrota de la temporada, lo que vuelve a dejarles a un paso del descenso matemático.Podría producirse, de hecho, la próxima semana, aún ganando. Un triunfo ante el Valladolid no sólo habría mantenido vivo al cuadro armero, sino que incluso habría recortado a diez su desventaja respecto al Tenerife, tras la derrota de los canarios en Valencia. Pero la distancia se mantiene en trece puntos, de manera que la próxima jornada, todo lo que no sea un triunfo del Eibar y una derrota del Tenerife, se traducirá en esos mismos trece puntos, como mínimo, de diferencia. Y sólo quedarán doce en juego. Un panorama de lo más complicado, sobre todo teniendo en cuenta que el Eibar sigue mostrándose incapaz de ganar. Aunque Javi Pérez insista en lo contrario algo comprensible, buena parte del equipo ha arrojado ya la toalla igualmente lógico. O al menos éso pareció ayer. El técnico se refirió la víspera a los numerosos alicientes que ofrecía la tarde para pelear por el triunfo. Pero no debían ser suficientes porque el cuadro guipuzcoano se mostró casi tan apático como su rival. Al menos durante el primer tiempo. El Eibar no podía, y casi parecía que ni quería, y el Valladolid esperaba su oportunidad. Llegó en el minuto 29 poco después del único lanzamiento a puerta de los azulgranas en la primera parte, un cabezazo de Iñigo que Bizarri despejó junto a la escuadra, con una contra que Tote culminó sorteando la salida de Rubén y la entrada de Fagoaga. La reacción local se hizo esperar hasta el descanso. Se notó la entrada de Magallanes y, sobre todo Arriaga que, en un par de arrancadas, rozó el empate. Sobre todo con un servicio a Iñigom cuyo cabezazo se marchó fuera por milímetros. Lamentablemente, el arreón armero no se prolongó demasiado en el tiempo. De hecho, y aunque hubo otro par de intentonas con posibles nuevo remate de Iñigo para lucimiento de Bizzarri y una falta botada por Magallanes, las mejores ocasiones de la recta final tuvieron color blanquivioleta. La entrada el campo de dos revoltosos como Tote y Sousa, y la posibilidad de contragolpe que ofrecía un Eibar obligado a dejar huecos, bien pudieron saldarse con la sentencia. No llegó, pero importó lo justo, porque el signo del encuentro no cambió para un Eibar que ayer, incluso, escuchó algunos pitos de su afición.
Javi Pérez: «Ha sido un día muy duro»
A.U.L. EIBARAunque el descenso no es aún matemático, el propio Javi Pérez reconoció ayer que queda ya poco por hacer, con apenas 15 puntos en juego y 12 por recortar. El técnico, de hecho, aseguró que la derrota ante el Valladolid dolió especialmente. Probablemente, porque fue la condena definitiva del equipo. «Ha sido un día muy duro. En el descanso he visto a los jugadores más bajos que en otros partidos», admitió Javi Pérez que, sin embargo, apuesta por «estar más juntos que nunca y cumplir con nuestro deber» en las cinco jornadas que restan. «Cinco semanas que, en esta situación, se nos van a hacer muy largas», reconoció. En lo que respecta a lo sucedido en el encuentro, el entrenador armero no puso peros a la derrota, al considerar que su equipo había estado muy «desacertado», pero sí entendía que el espíritu fue el mismo que en jornadas anteriores. «Hemos estado muy desacertados en muchas acciones, sobre todo en el primer tiempo. En cuanto a pelea, hemos seguido en nuestra línea, pero hemos estado mucho más desacertados insistió. Sobre todo con el marcador en contra, nos ha podido la responsabilidad y la situación. A medida que transcurría el tiempo nos hemos ido viendo más impotentes», argumentó el técnico.
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