BILBO
Según un estudio de investigadores de la Sociedad Americana del Cáncer, las mujeres que ganan peso en la edad adulta se enfrentan a un mayor riesgo de desarrollar todos los tipos de cáncer de mama durante el resto de su vida. En las conclusiones de la investigación se añade que el riesgo existe incluso si no toman terapia de reemplazo hormonal después de la menopausia. El estudio revela que a mayor ganancia de peso en las mujeres adultas, mayor es el riesgo de padecer todos los tipos de cáncer, fases y grados del tumor y, en particular, de las malignidades avanzadas. Asimismo, se ha desvelado que las mujeres más obesas son hasta tres veces más propensas a tener metástasis regional o distante que las mujeres que pesen menos.
A partir de esta investigación se ha abierto un debate en torno al tema, ya que es la primera en hablar de la relación entre el aumento de peso y el tipo de cáncer de mama.
Niveles de estrogeno
El riesgo de cáncer de mama está vinculado a mayores niveles vitales de estrógeno circulante. El tejido graso aumenta la circulación de estrógeno, aumentando por ello el riesgo. Estudios previos han mostrado, sin embargo, que el riesgo puede verse afectado por otros factores. En realidad, las mujeres posmenopaúsicas que toman terapia de reemplazo hormonal mitigan los efectos de la obesidad sobre el riesgo de cáncer. Además, el peso actual definido por el índice de masa corporal no es tan importante como el aumento de peso a partir de los 18 años.
Aunque existe mucha literatura científica sobre el riesgo de obesidad y el cáncer de mama, no existen datos sobre si ese riesgo es específico para el tipo de cáncer de mama.
Los científicos de este estudio investigaron el riesgo entre el aumento de peso y el tipo de cáncer de mama invasivo entre 55.161 mujeres posmenopaúsicas que no tomaban terapia hormonal. Así, descubrieron que a mayor aumento de peso, mayor era el riesgo para todos los tipos, fases y grados del cáncer de mama.
Conclusiones
En comparación con mujeres que habían engordado 9 kilogramos o menos durante la edad adulta, las mujeres que habían engordado más de 27 kilos eran casi dos veces más propensas a tener tumores de tipo ductal y más de 1,5 veces más propensas a tener tumores de tipo lobular.
El riesgo de enfermedad metastásica aumentó para todas las mujeres que ganaron peso, con más de tres veces de riesgo para aquellas que aumentaron más de 27 kilogramos. Como era de esperar, el aumento de peso elevó el riesgo de tumores positivos del receptor de estrógeno, pero no de los tumores que no presentaron receptores de estrógeno.
Los científicos concluyen que estos datos además ilustran la relación entre el aumento de peso en la edad adulta y el cáncer de mama, y la importancia de mantener un peso corporal saludable a lo largo de toda la vida pero, sobre todo, en esta franja de edad en la que el riesgo de padecer la enfermedad incrementa considerablemente.