BILBO
El Athletic y todos sus aficionados han vivido un año que probablemente no olvidarán jamás. No deberían de hacerlo porque lo ocurrido durante esta temporada debe hacer reflexionar, no sólo a los jugadores, cuerpo técnico y Junta Directiva, principales culpables del calvario que se ha convertido esta campaña, sino también a la afición ya que no se han valorado en su justa medida logros de anteriores temporadas y se pensaba que la presente iba a ser todo coser y cantar. Nada más lejos de la realidad.Exceptuando las dos o tres primeras jornadas, el Athletic se ha pasado toda la temporada peleando por evitar el descenso a Segunda. Algo que nadie se imaginaba después de que de la mano de Valverde el equipo alcanzara un nivel extraordinario. Que nadie se engañe con el duodécimo puesto final en la clasificación porque en toda su historia el club rojiblanco nunca antes había permanecido durante tanto tiempo en zona de descenso.
Desde el principio empezaron mal las cosas y ha costado muchísimo salir. El primer damnificado fue Mendilibar que para la jornada diez fue destituido. No se tuvo la más mínima paciencia con el de Zaldibar, cuando para crear un proyecto ambicioso hace falta tiempo. El ejemplo más claro es el Barcelona. Frank Rijkaard estuvo al borde de la destitución en su primera temporada, se confió en él y no hace falta comprobar lo que ha sido capaz de construir.
Dejando al margen el papel que hayan podido tener determinados miembros de la plantilla, según se especula en el pulso que mantuvieron con Mendilibar, una de las principales causas de todo lo vivido ha sido que el proyecto nació sin la necesaria cura de humildad.
Se vendió que este equipo iba a luchar por títulos, cuando aunque es posible, es muy complicado. El Athletic no es menos que nadie, pero tampoco más. Los rivales también saben jugar y eso hay que tenerlo muy en cuenta. El equipo tiene más nivel que el ofrecido durante esta temporada, pero para alcanzar su rendimiento máximo hace falta trabajar con tranquilidad y confianza.
Las limitaciones autoimpuestas por la propia filosofía, son un hándicap y también una ventaja. Sino hubiera sido por la unión del vestuario en los momentos difíciles este equipo habría acabado probablemente en Segunda. Este último aspecto y la aparición de jugadores con proyección de la cantera son las notas positivas de una temporada, al igual el apoyo inquebrantable demostrado por la afición. Los rojiblancos necesitan unas vacaciones para relajarse, pero no para olvidar puesto que en los momentos duros se aprende quizá más que cuando el viento sopla a favor. Esa debe de ser la lectura que hay que sacar.
Todo apunta a que Clemente seguirá
Aunque todavía falta la confirmación oficial por parte de la Junta Directiva que preside Fernando Lamikiz, todos los indicios apuntan a que Clemente seguirá dirigiendo al equipo la próxima temporada. Lamikiz hablará mañana y terminará con las dudas surgidas desde el partido de Riazor.
Cena de despedida y subida a Urkiola
Clemente aseguró el viernes que su idea era la de que las vacaciones de los jugadores del primer equipo empezarán mañana porque para hoy tenían programada la tradicional subida a Urkiola en bicicleta que realizan todos los años al terminar la temporada y una cena para despedir el año.
Apertura de una web en contra de Lamikiz
Según se aseguraba en un email recibido en este diario ayer a la tarde, en las próximas horas se hará pública la página web www.lamikizkanpora.com desde donde se centralizará y apoyará la moción de censura presentada contra la Junta Directiva presidida por Fernando Lamikiz.