Reacciones al anuncio del PSE
Rajoy romperá su tregua con Zapatero si hay reunión
El anuncio realizado por Patxi López en la noche del martes ha provocado la enésima crisis entre el Gobierno y el PP en materia de lucha contra ETA. Mariano Rajoy anunció que si el PSE se reúne con Batasuna se considerará «liberado» del respaldo comprometido a Zapatero tras el alto el fuego.
GASTEIZ
El PP vuelve a desenterrar los calificativos más gruesos contra el presidente del Gobierno español, mientras éste pone cara de no haber roto un plato y asegura que no ha habido cambio ni de posición ni de principios. Mariano Rajoy anuncia que si el PSE se reúne con Batasuna romperá la tregua que había concedido al Ejecutivo tras el alto el fuego e incluso amenaza con llevar el encuentro a la Audiencia Nacional. Rodríguez Zapatero le invita a la «meditación y a la reflexión».El presidente del PP, Mariano Rajoy, eligió someterse a una rueda de preguntas en la COPE para marcar su posición tras el anuncio hecho por el PSE en la noche del martes, respaldado al día siguiente por el PSOE. Ante unos interrogadores dirigidos por Federico Jiménez Losantos, a los que todo cuanto decía el líder del PP les parecía excesivamente blando, Rajoy aseguró que si se produce la reunión entre el PSE y Batasuna retirará a Rodríguez Zapatero el aval que le concedió para buscar el final de ETA. Mariano Rajoy declaró que cuando el 22 de marzo ETA anunció el alto el fuego, consideró que se producía una novedad política, por lo que entendió que debía de darle «una oportunidad» a Zapatero atendiendo al precedente de la tregua de 1998, cuando gobernaba José María Aznar. Por lo tanto, el PP abrió un paréntesis tras más de un año de dura oposición al Gobierno en todo lo relacionado con Euskal Herria. Pero cuando, en su encuentro en La Moncloa, Mariano Rajoy le dio esa especie de tregua a Rodríguez Zapatero, el presidente del PP le puso una serie de infranqueables «líneas rojas». Una reunión del PSE con Batasuna supondría superar una de ellas. Es más, incluso asegura Rajoy que la reunión podría ser delictiva y anunció que «a lo mejor» lo denuncian en la Audiencia Nacional. «Creía que mi responsabilidad era darle una oportunidad declaró Rajoy. A partir de ahora, si se produce esa reunión quedo liberado de cualquier tipo de apoyo al Gobierno y volveré a hacer oposición». Adelantó además que «denunciará públicamente la actitud del presidente» cuando el Congreso se reúna para la comunicación del inicio de conversaciones con ETA. Dijo no haberse sentido «engañado» por Zapatero, ya que no depositaba «mucha confianza en él», e hizo hincapié en que lo relevante es que intenta «engañar a 44 millones de españoles» embarcándose en una «operación antidemocrática» por la «presión de una banda terrorista». «Se ha puesto en manos de ETA y de Batasuna», agregó un Rajoy que estableció que se ha puesto en marcha el proceso diseñado en Anoeta.
Zapatero pide perspectiva
Ante las duras acusaciones vertidas en las últimas horas por Mariano Rajoy y otros dirigentes de su partido, el presidente del Gobierno español les hizo un llamamiento a la «meditación y a la reflexión», al tiempo que reclamó a todos «un poco de perspectiva» sobre lo que representa el proceso de paz.Aseguró que nada de lo dicho en los últimos días es un cambio de posición ni de principios de su gobierno. Sobre el anuncio de reunión del PSE con la izquierda abertzale, explicó que no supone un «diálogo o negociación política», sino que van a «instarles a que puedan tener el diálogo político», es decir, «a que acepten las reglas de juego y rechacen la violencia». El presidente agregó que, evidentemente, también escucharán a los representantes de la izquierda abertzale. Añadió, en todo caso, que el diálogo político «se debe producir en los ámbitos institucionales y con las fuerzas políticas que estén en la legalidad». En cuanto a sus palabras en el llamado Debate del Estado de la Nación afirmando que «no haber llegado a la paz no impide que el diálogo político empiece», subrayó que tampoco supone ninguna novedad ni hay que buscar «interpretaciones que resultan insólitas». Insistió en su máxima de que «primero la paz y luego la política», pero apuntó que el diálogo político se produce continuamente, incluso cuando responde en el Congreso a preguntas sobre el derecho de autodeterminación. En cuanto a la anunciada convocatoria del pacto PP-PSOE, Zapatero dijo estar a expensas de que su interlocutorfije fecha. Pero Rajoy ya había advertido de que convertir a Batasuna en interlocutor político deja «liquidado, triturado y tira por la ventana» dicho pacto. El Gobierno tiene elegida la fecha para acudir al Congreso.
Imaz: «No habrá mesa con ataques a concejales y sedes»
GARA
DONOSTIA El presidente del EBB, Josu Jon Imaz, afirma que el anuncio del PSE de que se reunirá con la izquierda abertzale significa un «impulso» a la formación de una mesa de partidos, que abogó por constituir este otoño. Destacó que uno de los obstáculos eran «las dificultades formales» que el PSE tenía para hablar la formación ilegalizada, lo que puede desbloquearse tras el anuncio de Patxi López. En una entrevista en Euskadi Irratia, el presidente del PNV insistió en que primero debe comenzar el diálogo entre ETA y el Gobierno español y posteriormente la negociación política entre los partidos vascos, aunque explicó que es posible mantener conversaciones y «diálogo político» antes de acabar con la violencia, tras lo que recordó que su partido ha mantenido contactos con Batasuna a pesar de las bombas de ETA. Sin embargo, matizó que en la fase de un diálogo formal y «resolutivo» en torno a una mesa, el PNV pondrá como «condición indispensable» la desaparición de ataques a concejales o sedes de partidos, porque lo contrario supondría para algunos negociar «bajo presión». A su juicio, el inicio de conversaciones con ETA debería conllevar la legalización de Batasuna y el acercamiento de presos a cárceles de Euskal Herria o próximas este mismo verano. Sobre el posible encarcelamiento de mahaikides, Imaz consideró una «contradicción que debe acabar cuanto antes» que «representantes de un partido, sus interlocutores, tengan dificultades para llevar a cabo una vida política normal».
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