Sobre Fidel Castro
El empleo de las más burdas mentiras es uno de los caracteres propios del imperialismo. Eso ya se sabe: mentiras que pueden llegar hasta extremos como la recientemente difundida, con usual (no inusitada) desvergüenza, y que afirma la existencia de una presunta «gran fortuna de Fidel Castro». Esta última es, en realidad, una mentira más una agresión periodística más contra Cuba, esta vez toscamente elaborada en el laboratorio-cuartel del señor Forbes, de quien Atilio Borón nos ha procurado recientemente un expresivo retrato, y pertenece a la misma índole, aunque con mucho más pequeña mínima envergadura, de la que el presidente Bush y sus huestes esgrimieron contra Irak para «justificar» su agresión y destrucción, a propósito de la existencia de unas inexistentes «armas de destrucción masiva». (En un próximo y pequeño trabajo trataré de hacer ver que la mentira de alta intensidad es una de las más usadas «armas de destrucción masiva» del imperialismo, de efectos muy nocivos sobre la salud espiritual de la Humanidad; cada mentira en su lugar y con sus propios caracteres y consecuencias).
En el caso de Fidel Castro, quienes hemos seguido atentamente aquel proceso revolucionario rechazamos, desde luego, que haya ni siquiera un mínimo de realidad en esa mentira, y renovamos nuestra admiración y nuestro modesto apoyo a su figura. Fidel Castro es, ciertamente, un hombre muy rico, tanto en la admiración y el amor de su pueblo como en el ciego odio de sus enemigos, expresado en los muchos atentados que ha sufrido durante su vida, el último de los cuales ha sido éste.
Alfonso Sastre - Hondarribia
Bardenas y el gobierno
Son altamente conocidas las razones de nuestra oposición al polígono de tiro de las Bardenas. Ahí siguen los problemas de ruidos, los accidentes y la falta de seguridad para los habitantes de la zona, afecciones al medio ambiente en una Reserva de la Biosfera, falta de claridad sobre el uso o no de uranio empobrecido, el uso del polígono para el entrenamiento ante guerras ilegítimas que causan miles de muertos...
Han sido numerosas las veces que todos los grupos políticos navarros se han posicionado en contra del polígono de tiro. Sin embargo, de las palabras a los hechos siempre va un buen trecho. Y el principal está en el partido que gobierna en Madrid. Antes fue UPN y ahora es el PSN. Cuando su partido gobierna en Madrid, se impone el «realismo político» y votan a favor del desmantelamiento del polígono «siempre y cuando exista una alternativa al de Bardenas». Y como no terminan de encontrar una alternativa, se termina tragando el sapo la sección navarra del partido, a cambio de unos vergonzantes euros, para hacer más llevadera la digestión. Sacrifican una vez más la voluntad navarra que tanto dicen defender por «cuestiones de Estado», que suele ser sinónimo de asunto oscuro que «es preciso imponer por encima de la voluntad ciudadana».
Amigos de UPN y PSN, les vamos a dar la fórmula para que salgan de la contradicción. Defiendan aquí y en Anchuras, Cabañeros o Ciudad Real que no haya polígono de tiro para la guerra. No hay mayor realismo político que aceptar la voluntad ciudadana. Por ello, un año más, ¡no al polígono en las Bardenas ni en ningún otro sitio!
Arkaitz Mendoza y Marisa Marqués - En nombre de Batzarre Gazteak
Educacion: la zorra en el gallinero
Dice el refrán que «la mujer del César no sólo ha de ser decente, sino parecerlo». Esto es especialmente válido en política y gestión de los bienes públicos, donde las formas son a menudo tan importantes como el fondo. Pero nuestro consejero de Educación, Tontxu Campos, no parece darle mucha importancia.
Así, recientemente ha nombrado presidente del Consejo Escolar de Euskadi a quien también ejerce como su propio consejero personal. Curiosa elección si tenemos en cuenta que la independencia ha de ser el valor principal de este organismo, consultivo pero conformado por representantes de toda la comu- nidad educativa y que en los últimos años se ha destacado por sus informes críticos con la política educativa. Si la intención que se persigue es controlar un órgano plural e incómodo, el nombramiento no es legítimo.
Tampoco parece acertada ni presentable la elección para el cargo de director de Centros Educativos del gerente de una ikastola privada y con un destacado papel en el sector asociativo de las mismas. Teniendo en cuenta que entre sus nuevas atribuciones se encuentra la planificación de la oferta educativa de todos los centros públicos, resulta más que evidente el conflicto de in-tereses entre lo que el nuevo director ha representado hasta la fecha y lo que a partir de ahora debe gestionar.
¿Debemos hacer un auto de fe y presumir objetividad y justicia en quien hoy es juez y hasta ayer fue parte? ¿Y en quien es los dos a la vez? ¿No sería éticamente reprobable que se nombrara ministro de economía al director de un banco o de una gran empresa? ¿Y legalmente? ¿No existe una norma que impide a los altos cargos desempeñar con posterioridad otros privados en el sector que gestionaron? ¿Y con anterioridad?
Realmente, no tenemos ninguna objeción de tipo personal que hacer a estas dos personas. Ni ninguna crítica a sus competencias y capacidades para asumir tales cargos, al menos hasta que comiencen a ejercerlos y a demostrarlas en la práctica. Sí, en cambio, a la torpeza y, cuando menos, falta de delicadeza del Sr. consejero porque, sin entrar en todavía imposibles valoraciones de actuaciones futuras, resulta obvio que nuestro máximo responsable educativo ha perdido el respeto a la ética y la imagen a que su responsabilidad le obliga, ya que con estos nombramientos sólo da la impresión de que le interesa meter la zorra en el gallinero. ¿Por qué?
Pedro J. Macho - Miembro de STEE-EILAS
Momento delicado
El llamado proceso de paz está atravesando un momento como mínimo delicado. Las sospechosas iniciativas del incalificable juez Marlaska, alentado por el PP, y el empeño del PSOE de mantener una ley antidemocrática como la de «Partido» (en singular por supuesto), y el no menos impresentable Pacto Antiterrorista con el PP, hacen pensar si será posible que llegue a buen fin ese proceso.
Pero esto era, previsible. Lo insólito y preocupante es la actitud del PNV, que da la sensación esperemos que sólo sea una sensación de no estar interesado en impulsar el proceso, y, en todo caso, de anteponer al mismo intereses electorales a corto plazo, incluso si ello pone en peligro la paz. Sólo así se entendería su más que tibia reacción ante los acontecimientos, y sus medias palabras, criticando la posible encarcelación de los dirigentes de Batasuna de forma tan suave.
Y los demás, ¿a qué esperan para denunciar alto y fuerte lo que estamos viendo? Quizás sea necesario decir algo obvio: el ostigar y amenazar con procesamiento y encarcelación a dirigentes políticos por dar ruedas de prensa o designar interlocutores, no sólo es kafkiano y en nada ayuda al proceso, sino que es una gravísima vulneración de derechos, que de ninguna manera debiéramos consentir. Demasiadas vulneraciones se han soportado en Euskadi con, digámoslo ya, más mansedumbre de lo necesario. Así ¿cómo podemos esperar que se nos tome en serio cuando decimos que la clave de la solución es el reconocimiento del derecho a decidir? Si ni siquiera somos capaces de opo- nernos en serio a tropelías como las que estamos viendo, nuestros enemigos se burlarán de nuestras solemnes y vacuas proclamas, que saben humo de paja.
José Antonio Etxague
«Decretismo» ilustrado
Los amantes de los nodos están de enhorabuena. Aquellos ceremoniosos documentales que engalanaban la labor gubernamental hace unos años tienen campo abonado en nuestra tierra. Han vuelto los apoyos superlativos a las iniciativas institucionales, como nos lo muestra el diputado General de Gipuzkoa Joxe Joan Gonzalez de Txabarri con supuestas encuestas favorables al TAV, de nada más y nada menos que 80% de toda Euskadi. En Mutriku, el apoyo aumenta al 100% de la población favor del Plan Especial del Nuevo Puerto. Las mil firmas recogidas pidiendo un referéndum en una población de 5.000 no son representativas, cómo iban a serlo.
Ante esta auténtica sintonía popular y en todo un ejercicio de coherencia política, Nuestro Lehendakari Juan José Ibarretxe, escudado por el consejero Javier Madrazo, no han dudado en negarnos a sus ciudadanos y ciudadanas la potestad para decidir sobre lo que debe hacerse con uno de los enclaves más emblemáticos de nuestra costa en Mutriku. Juntos han firmado y aprobado el Plan Especial de Nuevo Puerto de puro decretazo. Un decreto «ante el que no cabe recurso alguno». Como en los viejos tiempos.
¿Para qué enfrascarse en un farragoso procedimiento de permisos, consultas y alegaciones cuando una firma lo arregla todo? Después de todo ellos tienen muy claro que el futuro de Mutriku vendrá porŠ ¡oh sorpresa!, un puerto deportivo de 600 amarres destinado a ocupar la integridad del puerto actual. Debemos estar tranquilos. Nuestros «Grandes Hermanos» de Lakua saben lo que hacen y para ejemplo Orio, donde además de su maravilloso puerto deportivo y parking en pleno río están construyendo un hotel encima de la playa.
No somos tan visionarios como ustedes y si pretenden «abotargar» el rechazo social con iniciativas de profundo calado democrático como ésta , nos tendrán siempre en frente. Nuestra Tierra merece mucha mayor imaginación, sentido común y sensibilidad para afrontar su futuro. Y continuaremos luchando sin descanso para que éstas, por fin, se impongan.
Finalmente, quisiéramos rogar a Ezker Batua que sustituya el color que orgullosamente porta al final de su denominación como partido. Entendemos que sus credenciales no están en absoluto a la altura de ese adjetivo.
Iñigo Agirre y Florent Marcellesi Co-portavoces de Berdeak-European Greens
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