BAGDAD
George Walker Bush no está dispuesto a desaprovechar su ligero repunte en las encuestas de popularidad gracias a la «oportuna» muerte del jordano al-Zarqawi y, en un acto eminentemente propagandístico, se presentó en Bagdad para sorpresa de al-Maliki, en una visita de poco más de cinco horas.Era tal el secretismo del viaje sólo seis personas del entorno de Bush conocían sus planes, que el primer ministro iraquí fue informado de la visita cinco minutos antes del encuentro, y sólo cuando le ordenaron que se presentará en la gigantesca embajada de EEUU, en la protegida «Zona Verde» bagdadí, comprobó que no era una broma. El «pavo» no era de plástico. La escena, con al-Maliki corriendo a la embajada para rendir pleitesía a Bush, ilustra meridianamente la «soberanía» que supuestamente han recuperado los iraquíes.
«Me alegro de verle», dijo al-Maliki a Bush, a lo que el estadounidense le respondió: «Gracias por recibirme». «He venido a conocerle personalmente y a decirle que cuando América da su palabra, la cumple», le dijo Bush a al-Maliki, en lo que representó el comienzo de una vídeoconferencia entre el primer ministro títere y Bush, de un lado, y varios miembros del Gabinete estadounidense en Camp David.
Bush declaró que el futuro del país «está en manos» del primer ministro y que el nuevo Gobierno títere contará con todo el apoyo de Washington. El presidente estadounidense, acompañado del embajador de EEUU en Bagdad, Zalmay Khalilzad, reiteró que Irak es «un frente central en la guerra contra el terrorismo». Asimismo, Bush dijo estar «impresionado» con el gabinete de al-Maliki porque sus miembros «son personas de todas las partes del país» y representan a «todo el pueblo iraquí».
«Terrorismo y resistencia»
Esta es la segunda visita de Bush a Irak después de la efectuada en noviembre de 2003. En aquella ocasión el día de Acción de Gracias Bush posó con enorme pavo, que resultó ser de plástico, en un comedor rodeado de militares.
Entretanto, la Comisión de Ulemas Musulmanes (CUM) suní exigió ayer que el Gobierno iraquí diferencie entre los «grupos terroristas» y «los que resisten a la ocupación». En un comunicado, la CUM también instó a que el Ejecutivo del chií al-Maliki libere a los detenidos y «pida la salida de todas las tropas de ocupación de Irak según un calendario con fechas determinadas».
El escrito aparece en medio de informaciones en Irak según las cuales las tropas estadounidenses de ocupación y sus aliados preparan nuevas ofensivas al calor del «éxito» del ataque contra al-Zarqawi en áreas suníes, como la provincia de Al Anbar, el oeste del país. «Hay que diferenciar entre la resistencia y el terrorismo. Lo legítimo y lo no legítimo», dice la nota, leída por el portavoz de la CUM, Muzanna Harez al Dari. Además, pide a la ONU y a la Liga Arabe que intervengan para evitar «nuevas matanzas de las tropas de ocupación».
El comunicado solicita que el Gobierno disuelva las milicias de los grupos políticos chiíes y evite la incorporación de sus miembros en la Policía y el Ejército «para que no se repitan los crímenes cometidos contra los iraquíes durante el gobierno anterior», del también chií Ibrahim al-Jaafari.
Todo hace pensar que las matanzas, tanto estadounidenses como de sus fuerzas leales continuarán. Al-Maliki, en un comunicado difundido ayer, prometió más «mano dura» y una campaña «sin piedad» contra el «terrorismo» en Bagdad.
Según al-Maliki, su plan para la capital «prestará seguridad y hará frente al terrorismo y (...) permitirá a los iraquíes vivir en paz en Bagdad». Las temidas «redadas durante este plan será muy duras (...) porque no habrá ninguna piedad hacia aquellos que no muestra ninguna piedad hacia nuestra gente», añadió.
En términos parecidos se expresó el nuevo líder de Al Qaeda en Irak, Abu Hamza al-Muhajer probablemente de oriegn iraquí, en su primer comunicado colgado en internet, cuya autenticidad no ha sido probada.
Así, juró derrotar a «los cruzados y los chiíes» y amenazó a los suníes que colaboren con los ocupantes.
GARA
BAGDAD
Al menos 36 personas resultaron muertas y decena heridas en los numerosos ataques que se produjeron ayer en Irak. En Bagdad y Ramadi, entretanto, fueron descubierto los cuerpos de 14 personas con signos de haber sido torturados.
Los atentados más mortiferos tuvieron lucar en la ciudad kurda de Kirkuk, donde 18 personas murieron por la explosión de cinco coches bombas, entre ellos dos kamikazes y al menos tres policías.
El más sangriento acabó con la vida de 13 personas en un mercado. Otros dos de los ataques tuvieron como objetivo el principal cuartel de la Policía de la ciudad y una sede de la Unión Patriótica de Kurdistán (UPK), del presidente iraquí Talabani.
Según fuentes oficiales, cuatro civiles murieron en un ataque contra una patrulla policial en Samarra, mientras que en Baquba, norte de Bagdad, resultaron muertas cinco personas cuatro civiles y un militar en diferentes ataques.
En Bagdad, un profesor universitario fue abatido por hombres armados frente a su domicilio. En la capital también murió tiroteado un policía, y otra persona falleció por el lanzamiento de morteros en el sur de la ciudad. En la ciudad chiíta de Kerbala murieron dos policías, tiroteados desde una moto.
