BILBO
Un breve relato de los hechos acaecidos los días posteriores al atropello de Aitor y Oihane pone de relieve la insalvable distancia que se interpone tantas veces entre administradores y administrados.Por un lado, en las horas posteriores al doble atropello mortal, representantes vecinales y políticos de la oposición recordaron que desde hacía cinco años el Consejo de Distrito reclamaba la instalación de semáforos en el lugar de la tragedia; diez después de que ocurriera, operarios forales instalaron los reclamados semáforos. Por otra parte, fueron muy comentadas las declaraciones de la concejala responsable de Circulación y Transportes, Ibone Bengoetxea, que manifestó no tener la sensación de «haberlo hecho mal», tras dos días de críticas vecinales y políticas. Muy al contrario, vecinos de Basurto tuvieron muy claro que los responsables de las muertes fueron «el Ayuntamiento y la Diputación».
Precisamente, el conflicto competencial entre ambas instituciones por la titularidad de la carretera donde ocurrieron los hechos fue uno de los argumentos interesados que utilizaron los responsables políticos de la circulación en Bizkaia y su capital para hacer frente a la lluvia de críticas, ante el hecho de que no se hubiera puesto en práctica una decisión avalada por el propio Area de Circulación del Ayuntamiento de Bilbo en el año 2000.
El atropello tuvo lugar a las 10.30 del día 3 de enero de 2006, a la altura del número 10 de la avenida Montevideo, una vía de doble carril en ambos sentidos que. En este punto existe y existía un paso de cebra sin semáforos de gran peligrosidad.
Semáforo, cien metros antes
De hecho, un centenar de metros antes, en dirección hacia el centro urbano de la villa, hay semáforo, lo que motivaba que los vehículos salieran a gran velocidad cuando se ponía en verde, sin reparar en que un poco más adelante los peatones cruzaban la carretera.Ya durante la primera concentración vecinal que tuvo lugar la misma tarde del día del atropello, portavoces de la Asociación de Vecinos de Basurto incidieron en la irresponsabilidad en que habrían incurrido las instituciones. Sólo una jornada después se hizo todavía más patente la solidaridad vecinal con la familia afectada, toda vez que la asociación convocó una manifestación. Uno de sus portavoces señaló que no permitirían que los responsables «se vayan de rositas».
Una vez de que el diputado de Obras Públicas y Transportes, Eusebio Melero e Ibone Bengoetxea hicieran público ese mismo día un comunicado en el que no asumían responsabilidad alguna en relación a lo ocurrido, formaciones como PSE manifestaron que no había «justificación» para demorar cinco años la instalación de semáforos, toda vez que adelantaron la petición de comparecencias en el Consistorio y en las Juntas Generales. También la plataforma Herria Aurrera calificó el contenido del citado comunicado como «una salida de pata de banco de juzgado de guardia» y pidió dimisiones.
«Importa el sufrimiento»
En ese contexto se produjeron las declaraciones de Bengoetxea, quien señaló no tener la sensación de «haberlo hecho mal», valoró que «en estos momentos lo que importa no es de quién sean las responsabilidades, sino el sufrimiento de la familia» y añadió no creer que «las instituciones nos estemos pasando la patata».El día 9 tuvo lugar un emotivo acto de apoyo y solidaridad con la familia de Aitor y Ohiane, en el que participaron compañeros de escuela, profesores y padres del CP Basurto. Cuatro días después, el 13 de enero, los operarios de la Diputación finalizaron la instalación de cuatro semáforos para velar por la seguridad de los peatones en este entorno.
Se cifra en 90.000 el número de vehículos que pasan diariamente por el barrio de Basurto, aunque los problemas que genera el tráfico rodado forman parte de una situación de deterioro más amplia.
En la actualidad, por ejemplo, se procede al soterramiento de las vías de Feve, pero tal y como puso de manifiesto Herri Batasuna mediante mociones presentadas algunas aprobadas en el año 1998, este entorno ha venido presentando numerosas carencias. La citada formación pidió eliminar el paso a nivel de Masustegi, la reordenación del tráfico pesado, la reparación de las caídas de agua desde la A-8 y la eliminación de ruidos.