SUECIA 2
INGLATERRA 2
BILBO
El reparto de puntos era un resultado favorable para los intereses de los dos conjuntos y todo apuntaba a que se produciría. Sin embargo, no se puede decir que Suecia e Inglaterra se conformaran si no es que poseen los mejores actores del mundo. Porque emoción hubo de sobra hasta el final del partido. Los escandinavos pelearon por el liderato al despertar tras el descanso con la intención de evitar a Alemania en el cruce de octavos. A pesar de que los ingleses terminaron saliéndose con la suya, sufrieron para conseguirlo. Además, Owen se lesionó al empezar el partido y puede perderse lo que resta de Mundial a falta de la confirmación oficial.
Salvo en unos primeros compases donde el respeto mutuo se adueñó del partido. Al conocerse el gol de Paraguay que dejaba sin opciones a Trinidad y Tobago asegurando a Suecia la segunda posición del grupo, comenzaron las hostilidades. Los ingleses aumentaron su empeño a la hora de buscar la portería contraria. ¿Habría algún pacto de por medio entre el seleccionador sueco de Inglaterra y la selección de su país de origen hasta ese instante? Nunca se podrá saber, pero está claro que se rompió.
Joe Cole, el más animado de la noche, se estaba convirtiendo en un quebradero de cabeza para su par e intentaba superarle en cada acción que tenía ocasión. Rooney también dejaba detalles dignos de mención, demostrando su fuerza física no exenta de técnica y sobre todo, las ganas y lucha con los centrales suecos. Seguro que en algunos momentos Mellberg y Lukic, dos defensas sobrios y fuertes donde los haya, se arrepintieron de haber comenzado el encuentro ante las acometidas del de Liverpool.
Como en la vida, el más insistente suele acabar consiguiendo lo que quiere. Lampard fue el que más fortuna probó con lanzamientos desde lejos, pero el premio gordo cayó en los pies de Joe Cole, que se sacó un impresionante disparo ante el que Isakkson poco pudo hacer. Estaba liderando el peso atacante del equipo y el gol hizo justicia a sus esfuerzos.
Suecia se sentía impotente al comprobar que la selección que dirige su compatriota Eriksson les estaba superando y no eran capaces de reaccionar. Los jugadores ofensivos de los vikingos Larsson, Ibrahimovic y Ljunberg estaban llamados a ser determinantes en el Mundial, pero no podían aportar gran cosa a su equipo. En ese apartado es donde están fallando puesto que en defensa siguen siendo un bloque muy sólido.
Al ver que a base de juego no era posible poner en apuros a Inglaterra, en la reanudación los suecos tiraron de libro aprovechando sus facultades a balón parado. En el primero Allback igualó y en los dos siguientes estrellaron un pelotazo al palo asustando a Eriksson, que decidió dar entrada a Campbell en detrimento de Ferdinand en el centro de la defensa. Inglaterra vio peligrar la primera plaza ante sus lagunas defensivas a balón parado, pero logró salvar los muebles.
