Koldo Gil, ganador de la Euskal Bizikleta, cuenta cómo vive su particular verano; sobre la bici y pedaleando.

­El verano suele ser época de trabajo para los ciclistas. Cómo lo vive Koldo Gil.

­En setiembre viene la Vuelta.

­¿Sigue entrenando durante esta semana de vacaciones?

No, por ahora no. En mi tiempo libre prefiero ir con mis perros a dar una vuelta por el monte. Me da mucha pereza empezar a dar pedales.

­¿Qué hace Koldo Gil en un día normal de entrenamiento?

Bueno, normalmente tengo la costumbre de levantarme hacia las 10.00, sin prisas. Sobre las 11.00 solemos quedar para entrenar. No apretamos demasiado el cinturón, pedaleamos durante un par de horas o tres. Según cómo esté el cuerpo y lo que permita la meteorología. Los días siguientes empezamos a ejercitar el volumen, y las semanas anteriores a los campeonatos entrenamos con más intensidad. Depende de la tempo- rada o las carreras que hayamos corrido.

­¿Qué es lo peor del verano par a ir a entrenar?

A mí me gusta mucho entrenar en verano. Hace buen tiempo y disponemos de recorridos muy bonitos para disfrutar de ellos. Lo peor puede ser que esta época te da miles de posibilidades para hacer otras cosas y que lo único que haces es entrenar.

­¿Qué es lo que le da más envidia de la gente que puede disfrutar del verano?

El hecho de tener libertad para hacer infinidad de cosas. Al fin y al cabo, cuando a nosotros nos llegan las vacaciones es invierno, para las 17.00 de la tarde oscurece y hace mal tiempo, por lo que en estas fechas es cuando se puede aprovechar para hacer un montón de cosas: playa, monte, escalada...

­Su verano llegará en invierno. Algo curioso, pero deseado...

Sí, mucho. Las vacaciones te dan la oportunidad de desconectar lo máximo posible de las carreras y de la bici. Aparte del descanso físico, creo que es más importante el descanso mental. Ese tiempo de descanso sirve para salir de la rutina, y afrontar la nueva temporada con más ganas.

­¿Cómo vive su «verano particular»? Me refiero al del invierno.

Como te he dicho antes, el invierno no da muchas posibilidades, pero intento salir fuera y hacer algún viaje. Al fin y al cabo eso es lo que mejor me sienta para olvidar todo lo pasado durante la temporada.

­¿Y a la hora de comer? Porque su dieta es muy estricta...

El invierno suele ser muy gastronómico. El invierno pasado engorde algunos kilos, pero es normal. La comida es algo muy difícil de controlar. Tienes tiempo libre y aprovechas para degustar cosas que durante el año no has podido probar.

­¿Qué le gustaría hacer en un día caluroso de verano?

Pues, muchas cosas. Me gusta mucho ir al monte a dar un paseo. Me encanta ir al río. Pero sobre todo me gusta muchísimo la playa. Pero al final, lo que importa no es el lugar a donde vayas, lo importante es la gente con la que vas. En buena compañía los lugares a los que vas quedan en segundo plano.

­¿Qué es lo que más le gusta del verano?

El ambiente que hay. Se respira algo diferente que en otras épocas del año. La gente está más alegre, más activa.

­¿Algo que nunca haría en estas fechas?

Quedarme en casa. El verano te da mil posibilidades y quedarte en casa sería perder el tiempo.

­¿Algo que desee hacer y que no pueda?

Siempre he tenido ganas de hacer una cosa y no la he podido realizar: me gustaría ir con mis amigos una semana entera al monte. Me gusta mucho escalar y disfrutar de la naturaleza.

­Se habrá acostumbrado a trabajar en verano y a descansar en invierno. ¿Lo cambiaría?

Sí, ¡claro que lo cambiaría! Aparte de que el invierno no me gusta en absoluto, el invierno de Iruñea es muy duro. Llueve mucho, por la tarde oscurece muy pronto... Quieras o no, eso afecta mucho al carácter. El invierno es más tristón. Me da mucha rabia que después de comer el día se acabe tan pronto.

­¿El lado malo del verano?

Los incendios.

­¿Cómo vive Koldo Gil las fiestas de Sanfermín?

Eso suele ser un problema, pues las paso como buenamente puedo. La verdad es que pasando un día en Sanfermines me doy por satisfecho. Me gustan muchísimo, porque hay un ambiente increíble.

­¿Qué haría en esas fiestas si no fuera ciclista?

Tampoco creo que viviese los Sanfermines enteros. Pero algún día más, sí que pasaría en Iruñea. Haría unos Sanfermines un poco completos; un día una cosa, otro día otra... Tres o cuatro días serían suficientes.