Maite Soroa
Los consejos de Pedro J. Ramírez
A medida que pasa el tiempo, y sin que a servidora le conste el grado de avance real en el proceso político, compruebo que hay algunos que nunca han entendido nada... O que, peor aún, si han entendido, no tienen más misión que sabotear todo lo saboteable. El editorialista de “El Mundo”, por ejemplo.Ayer, sobre el enésimo juicio contra Xabier García Gaztelu y denostaba que «aun cuando pueda haber presos de ETA que sí estén dispuestos a pedir perdón a las víctimas y reintegrarse en la sociedad, el de Txapote no es un caso aislado ni muchísimo menos. Como bien ha dicho el presidente de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar, su actitud desafiante ‘es una manifestación de lo que es el terrorismo y de lo que son sus protagonistas’. ETA es una banda mafiosa y criminal a la que ningún Gobierno debería convertir en interlocutora de un ‘conflicto político’. Y menos aún cuando no ha dado ninguna señal de querer abandonar la violencia». Eso, cuando gobernaba el PP, no lo escribían así. Lo que le muerde la moral a la derechona hispana, bien representada por “El Mundo” es que la respuesta de un preso vasco al tribunal español, «refleja el envalentonamiento que todo el entorno de ETA y Batasuna viene exhibiendo desde que el Gobierno decidió sustituir la estrategia de derrota definitiva de los terroristas por la de la negociación». Y ahí empieza la factura que Pedro J. Ramírez quisiera pasar a ZP: «Los esfuerzos del PSOE para blanquear a Batasuna y su empeño en minimizar aquellos datos concretos que demuestran que ETA sigue actuando y extorsionando sobrepasan, en este sentido, las líneas rojas de la responsabilidad. El último ejemplo es el de la nueva remesa de cartas de extorsión, fechadas en junio y denunciada por la Confederación de Empresarios Navarros. El PSOE primero intentó restar credibilidad a la acusación y sólo cuando las Fuerzas de Seguridad corroboraron la existencia de las cartas, el Gobierno se avino a dar una explicación. La vicepresidenta aseguró ayer que no tiene ‘conclusiones definitivas’ sobre las cartas. Es una respuesta huidiza e insatisfactoria, máxime cuando la denuncia de los empresarios coincide con los datos arrojados por la investigación judicial sobre la red de extorsión de ETA». Y lo mejor, se reserva para el final: «el Gobierno no
puede actuar según la vieja sentencia de que ‘no dejes que la realidad te
estropee un buen titular’». Eso, en boca o de la pluma de Pedro J., es como un
chiste de Chiquito de la Calzada. ¡Qué buenísimo! - msoroa@gara.net
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