KIEV
El suspense permanecía en Ucrania a medianoche de ayer dónde el presidente prooccidental Viktor Yushenko, obligado por la Constitución a elegir entre disolver el Parlamento y nombrar a un primer ministro prorruso, apuró las negociaciones hasta el último minuto.
Yushenko recibió ayer de nuevo al líder prorruso Viktor Yanukovich y al presidente del Parlamento, el socialista Olexandre Moroz. A última hora de ayer, Yushenko parecía inclinarse por la disolución del Parlamento después del fracaso de una mesa de negociaciones para definir un acuerdo entre prooccidentales y prorrusos.
Con la recuperación de las discusiones, el nombramiento de Yanukovich como primer ministro, reclamada por sus partidarios que suman mayoría en el Parlamento con los socialistas, parecía de nuevo posible.
Las elecciones del 26 de marzo no dieron mayoría absoluta a ninguna fuerza política, lo que ha derivado en cuatro meses de agrios negociaciones para formar un Gobierno.
Tras el fracaso de los prooccidentales para unirse, prorrusos (Partido de las Regiones, socialistas y comunistas) constituyeron una alianza que reagrupaba a unos 240 diputados sobre 450 y le pidieron al presidente designar a Yanukovich como primer ministro. Julia Timoshenko, antigua aliada de Yushenko en la «Revolución Naranja», y ex primera ministra, quiere la disolución, al considerar que una alianza con prorrusos sería una «traición».