SANTANDER
Mbuji Kabunda lamentó que partidos y líderes «más representativos» y «populares» de Congo fueran excluidos de los comicios presidenciales del pasado domingo, ya que sonsideró que se corre el riesgo de que «nadie acepte la derrota» y se «vuelva a la casilla de partida» en el país y a la guerra. Kabunda se refiere a la principal formación opositora, la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS), liderada por el prestigioso Ettienne Tshisekedi, que inicialmente renunció a presentarse por las irregularidades en el proceso electoral, y después, cuando se replanteó su postura y decidió hacerlo, el Comité Electoral Independiente (CEI), no s elo permitió. Sus seguidores denuncian que la llamada comunidad internacional apoya a Kabila para mantener así los contratos firmados con multinacionales.
En rueda de prensa, Kabunda señaló, no obstante, que tras 40 años de dictadura, sólo la celebración de estos comicios «puede considerarse en sí misma una victoria», ya que «al menos» se ha «creado una nueva cultura» de «acudir al pueblo» y «pedirle su punto de vista».
Kabunda criticó que las «condiciones» en que se han desarrollado las elecciones han sido «absolutamente calamitosas», porque se ha recurrido a este proceso «sin resolver los problemas graves» del país y «su caos generalizado»
«En estas condiciones se ha dado prioridad a las elecciones», añadió Kabunda, quien denunció la violencia y las violaciones de derechos humanos en Congo. Lamentó que se haya «dado prioridad» a este proceso «formal» electoral.
Como consecuencia, «por no haberse resuelto los problemas que han conducido a los conflictos anteriores», y por «haberse confiado» la organización de las elecciones «a los señores de la guerra» en su opinión, «nadie va a aceptar la derrota» y se corre el riesgo de una nueva guerra en el país.
Entretanto, cuando se ha escrutado entre el 70 y el 90% de las papeletas, las informaciones que circulan en el país, no oficiales, señalan que el antiguo señor de la guerra y actual vicepresidente, Jean-Pierre Bemba, con un 40 a 45% de votos, aventaja ligeramente al presidente Joseph Kabila. Sobre Bemba pesa una orden de arresto internacional a petición de la República Centroafricana por su presunta implicación en la rebelión en este país. Su milicia estaba apoyada por Uganda.