A dios lo que es de dios
Para el alcalde de nuestra ciudad, el Sr. Alonso, la procesión de los Faroles, las Vísperas y las ofrendas florales precedidas por el rosario de la aurora junto a, evidentemente, la bajada de Celedón parecen constituir el esqueleto de las fiestas en honor de la Virgen Blanca. Toda una declaración de intenciones y reivindicación del nacional-catolicismo vitoriano, reminiscencias de la ciudad levítica que fue Gasteiz hace ya un siglo. Nadie pone en duda el arraigo popular de estos actos, multitudinario alguno de ellos, pero que se condensan todos ellos en un espacio de doce horas, y concentrados todos ellos en la plaza de la Virgen Blanca y sus entornos, parece un exceso de presencia, de hegemonía de lo religioso sobre lo laico y agnóstico, que se supo-nen prioritarios en las fiestas de nuestros pueblos y ciudades, en un estado aconfesional como en el que se supone que estamos. Pero ahora no es éste el debate.
Creo sinceramente que de todos los actos religiosos que se realizan en estas fiestas de Gasteiz, si hay alguno que considero fuera de lugar en el tiempo es el de la procesión de los faroles. Este acto, triste, lúgubre y un poco siniestro, es una manifestación religiosa más propia de la liturgia de Semana Santa que un acto religioso pero festivo, como puede ser el caso del rosario de la aurora, mucho más arraigado en este contexto. Y me parece un exceso que se paralice todo un espacio festivo para una manifestación-ostentación de este tipo sin poner por ello en cuestión el valor artístico y cultural del acto, patrimonio de todas y todos los vitorianos. Por ello sugiero que, si de verdad se cree que ocupa un lugar en estas fechas, esta procesión se cambie de día, hora y recorrido.
Pablo Nabarro Lekanda - Miembro de Gasteiz Izan
A Maria San Gil con cariño
¡Vamos, María! ¡Animo! ¡Tú puedes! has sido una buena hija, buena alumna, buena feligresa. Nunca has cuestionado lo que te enseñaban. Los padres tienen siempre la razón; los profesores y profesoras siempre saben todo; los curas actúan por inspiración del mismísimo Jesucristo. El Gobierno (de Franco, por supuesto) sabe qué es lo mejor para nosotros. ¡Qué hermosa paz se disfruta bajo su tutela y dirección! Te han imbuido que las mujeres sois un poquitín tontitas, una pizca inferiores, pero lo compensáis con el cuidado de los hijos. Por eso Jehová (aunque sin sexo, por definición) es varón, los ángeles (también sin sexo) se llaman Miguel, Rafael, nombres varoniles. Jesucristo es también varón, sus apóstoles, la mayoría de los santos. Ese es el motivo por el que no podéis manipular objetos sagrados, ni decir la Santa Misa, ni ser obispas o papas...
Pero María, ¡piensa, coño! Te han engañado. Piensa en tu correligionario Iturgaiz. ¿No crees que puedes ser más inteligente que Iturgaiz? ¿Que Raxoi? ¿Que el legionario mutante Acebes? Verás que te pongo el listón muy bajo. Yo te aconsejaría que estudiaras un poco de matemáticas. Las matemáticas, más que la filosofía, enseñan a razonar. En los planes de estudios de los señores que te he citado se ha suprimido la asignatura de matemáticas y los resultados saltan a la vista. Mira, por ejemplo, el señor Cañizares, vicepresidente de la Conferencia Episcopal, cuando «razona»: «La autodeterminación daña la identidad cristiana». Según el ínclito señor citado, los pueblos autodeterminados deben de tener la «identidad cristiana» por los suelos, como, por ejemplo, los andorranos, los montenegrinos... Vamos, María, ¿Qué tiene que ver el culo con las témporas? ¿qué tiene que ver que los militantes de Batasuna (y yo lo soy desde la fundación de Herri Batasuna) tengamos más o menos simpatía para con los militantes de ETA para que tú tengas la molesta obligación de repetir como un loro el sonsonete de «ETA-Batasuna»? Es como si nosotros dijéramos «El Fascio-PP». Sería una tontería, porque yo tengo amigos del PP y me consta que son personas normales (quiero decir que no son como los especímenes que te he citado). Y, además, al decir esa bobada, se te ponen unas arrugas muy feas en el entrecejo. Cuídate.
Con cariño.
Josemari Alix Trueba - Karrantza
Libano: Los demonios deben volver al Infierno
No me refiero a los que atemorizaron nuestra infancia, pero sí quiero recordar ese Cielo del que nos hablaban, de donde venían las bendiciones.
Los que pasamos de la cincuentena recordamos todo eso y lo que siguió después: los bombardeos de Vietnam, los más recientes de la primera y segunda guerras de Irak.
Otros que nos superan en edad recuerdan el devastador bombardeo de la población civil de Gernika, los de Madrid, los de Londres y Leipzig y, naturalmente, las masacres de Hiroshima y Nagasaki... y así llegamos a la devastación del Líbano actual.
El cielo es ahora fuente de temor; aunque nos creemos más libres, estos nuevos demonios nos amenazan a todos, por eso deben ser de nuevo sepultados en los infiernos.
Gregorio Lozano
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