Reckitt Benckiser anuncia el cierre de la planta de Gueñes, que afecta a 190 empleos
La dirección de Reckitt Benckiser ha anunciado el cierre «irrevocable» de su planta de Gueñes, dedicada a la fabricación de productos para el hogar y la higiene. La multinacional ha decidido trasladar la producción a sus plantas de Polonia, Inglaterra y Portugal, con lo que eliminará los 190 empleos de la factoría vasca. Según la dirección, la razón de la medida es la falta de competitividad de la producción de Gueñes por su alejamiento de los destinos de las exportaciones. El viernes informarán con detalle al comité. LAB denunció que no ha recibido datos que avalen esta medida.
GASTEIZ
La Dirección internacional del Grupo Reckitt Benckiser ha decidido, «de manera irrevocable», cerrar el centro de Gueñes y trasladar la producción a sus plantas de Polonia, Inglaterra, Portugal. La empresa se dedicada a la fabricación y comercialización de productos para el hogar y la higiene y cuidado personal bajo las marcas Calgonit, Calgon, Airwick, Veet, Harpic, Woolite, Colón, Elena, Flor o Coral, entre otras.El propio director para Europa de la compañía sorprendió ayer al comité de empresa con el anuncio de esta medida, que afecta a los 190 trabajadores que actualmente integran la plantilla de la fábrica. Según explicaron fuentes de la empresa a GARA, la razón del cierre no son posibles pérdidas económicas, sino que se trata de «un problema de competitividad como centro productivo». Así, señalaron que han llevado a cabo estudios en los últimos años que indican que la planta no es competitiva en Europa, debido a que, dedicando la mayor parte de su producción a la exportación, los lugares de destino se encuentran demasiado alejados y aumentan los costes logísticos. Por ello, concluyeron que «es necesario trasladar la producción de su fábrica de Gueñes a otros centros en Europa, con el fin de garantizar las condiciones adecuadas de competitividad de la empresa a nivel global». Según explicó la empresa al comité, la capacidad de utilización de la planta vasca es del 49% y, por ejemplo, en Polonia, es del 89%.
Reunión el viernes Añadieron que «se han buscado alternativas para mantener la actividad del centro» pero finalmente, la dirección internacional ha decidido trasladar la producción a otros centros. Aunque cabe la posibilidad de que se subcontrate una parte pequeña de la misma, la empresa confirmó que el cierre afecta a los 190 puestos de trabajo que existen en la actualidad.
La dirección de la empresa indicó que se reunirá el viernes con el comité para «acordar las condiciones menos traumáticas que sean viables para los afectados». Por su parte, LAB criticó que la empresa no había presentado «información objetiva» sobre su situación para justificar esta medida. Aunque presentó un informe de unas seis páginas en las que habla del problema de la competitividad, aseguraron que no hay un balance o datos que avalen estas valoraciones. Igualmente, aún no conocen cómo y cuándo quiere la empresa llevar a cabo el cierre y si afectará a todos los trabajadores a la vez. «Esperamos que el viernes pongan algo más encima de la mesa», indicaron fuentes del sindicato abertzale. El comité se reunirá hoy para estudiar este anuncio. LAB recordó que el pasado abril, en una reunión con el comité, la dirección propuso abrir una nueva línea productiva y crear otra categoría que supondría un salario menor. En su opinión, se trató de un «globo sonda» para evaluar la reacción de los trabajadores, que mostraron su desacuerdo. Desde entonces no habían vuelto a oír hablar del asunto. Nacida tras la fusión de Reckitt & Colman y Benckiser España, la empresa cuenta en el Estado español con un total de 700 personas en la sede central de Barcelona y en sus centros productivos de Granollers y Gueñes.
«La empresa ha ocultado información»
Fuentes de LAB indicaron ayer que el anuncio del cierre de Reckitt Benckiser había sorprendido a los trabajadores. Los únicos movimientos que parecían presagiar una medida de este tipo fueron los que algunos trabajadores habían detectado, al constatar que «desaparecían máquinas y líneas de producción sin que la empresa diera explicaciones oficiales». «Han ocultado toda la información», insistieron desde el sindicato abertzale, al recordar que la empresa no ha ofrecido datos objetivos para avalar una medida de este tipo. -
Goteo continuo de traslados de multinacionales
GASTEIZ El caso de la multinacional británica Reckitt Benckiser es el último de una serie de cierres de plantas de multinacionales en Euskal Herria, que han evidenciado la dependencia del empleo de estos grupos y cómo llegan a condicionar las relaciones laborales. De hecho, seis de cada diez empleos de Hego Euskal Herria dependen de multinacionales. En los cuatro territorios existen en torno a 350 filiales, y representan el 45% de la facturación total y el 38% del empleo, sobre todo por la dependencia de otras industrias auxiliares locales. Cabot, Ericsson, Winkler, Ruwell, Newell, Eclair Prym y BSH son algunas de las que en los últimos años han ido cerrando sus plantas en suelo vasco y han llevado sus producciones allí donde podían obtener mayores beneficios. Otras no lo han hecho, como Mercedes, Volkswagen, Michelin o Carrefour, pero no dudan en airear posibles deslocalizaciones a la hora de negociar a la baja las condiciones laborales de los convenios.
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