DAMASCO
Estados Unidos cambió ayer sus habituales amenazas por «sinceros» agradecimientos a Damasco tras la rápida intervención de la Policía siria para abortar el ataque contra su legación diplomática. Para Washington, un ataque de este tipo habría resultado un duro golpe tras las ceremonias por el quinto aniversario de los atentados del 11-S, o quizá la justificación perfecta para redoblar sus planes contra Siria.
Según la versión oficial difundida por Damasco, hombres armados con armas automáticas y granadas atacaron la embajada estadounidense y trataron de hacer estallar un vehículo cargado de explosivos.
El ministro de Interior sirio, Bassam Abdel Majid, afirmó en el escenario de los enfrentamientos que el ataque había sido frustrado por la intervención de los policías sirios, que desactivaron un coche bomba.
La agencia siria Sana dijo que los atacantes se toparon con los policías sirios y que en el enfrentamiento murieron tres atacantes y que un cuarto resultó herido y detenido. La Policía, según la versión de Sana, desactivó el coche bomba estacionado ante de la embajada.
Sin embargo, un testigo aseguró haber visto cómo dos hombres estacionaban el coche frente a la legación, descendían del coche, comenzaban a disparar contra los centinelas y finalmente detonaban la carga explosiva oculta en el coche.
Este testigo, que no quiso identificarse, relató que los policías respondieron de inmediato, poco antes de que la zona se llenara de fuerzas especiales.
Otros testigos vieron un coche marca ‘Lancer’ totalmente calcinado frente a la embajada, mientras que otros vehículos cercanos tenían las lunas reventadas.
«Preparaba el café cuando oí disparos y explosiones», contó un hombre de una cincuentena de años cuya tienda se encuentra frente a la embajada estadounidense. «Esto duró cerca de una media hora», afirmó asegurando haberse escondido y no haber visto nada. Las explosiones y la descarga de fusilería resonaron en todo el barrio, indicó.
El edificio blanco de la cancillería está rodeado por una alta valla metálica bordeada por árboles. Una puerta de entrada de la embajada reservada para el público fue acribillada, pero el cristal blindado resistió. El cristal trasero de un coche diplomático estadounidense aparcado estaba roto.
A última hora de la tarde de ayer, la normalidad parecía reinar en el barrio de Abou Remmaneh. Las únicas señales de cristales rotos y un aumento de las medidas de seguridad recordaban el ataque.
La zona fue cerrada por decenas de policías y de militares sirios. Los periodistas sólo fueron autorizados a visitar el área tres horas después del ataque 10.00 hora local.
Pero antes, un equipo de televisión fue autorizado a hacer una inspección ocular y las imágenes mostraron un coche calcinado, abundantes trazas de sangre sobre una acera así como una camioneta blanca intacta con botellas de gas.
Los atacantes, cuya identidad y nacionalidad no fue revelada, pertenecerían a un grupo que el ministerio sirio de Interior definió como takfiri, rama del islamismo que «excomulga» a los musulmanes que no siguen su corriente, y en particular a casi todos los gobiernos del mundo islámico.
DAMASCO
La tensión preside la relaciones en EEUU y Siria, jalonadas por las numerosas amenazas que Washington lanza con regularidad contra Damasco. En 2005, el Gobierno de George W. Bush impuso sanciones económicas a Siria tras acusarle de sostener el «terrorismo» palestino y de apoyar a la resistencia iraquí. Por su puesto, la imagen de EEUU tanto en Siria como en todo el mundo árabe es muy mala, e incluso se ha deteriorado aún más desde la agresión de Israel a Líbano.
Ayer, EEUU, por una vez, cambió su discurso. La secretaria de Estado, Condoleeza Rice, expresó desde Stellarton (Canadá) su «gratitud» a Siria por la reacción de sus fuerzas de seguridad a la hora de evitar el atentado.
El portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, dijo que «los sirios acudieron en ayuda de los americanos. El Gobierno está agradecido por la asistencia que han proporcionado los sirios al perseguir a los agresores. Esperamos que se conviertan en un aliado y opten por luchar contra los terroristas».