Maite Soroa
Las «investigaciones» de Pedro J.
El periodismo «de investigación» es, sin duda, uno de los géneros más arriesgados y, al tiempo, digno, de la profesión periodística. Destapar escándalos que los poderosos maquillan en beneficio propio, revelar los inconfesables negocios de personajes que pasan por honorables ante una sociedad a la que esquilman... son piezas básicas en el buen hacer del periodismo a la hora de cumplir su labor social. La basurilla es otra cosa. Anda “El Mundo” enfangado en el pozal del desvarío con un culebrón sobre los atentados del 11-M en el vano afán de demostrar que fue ETA la autora de los mismos y que, en consecuencia, el Gobierno de su querida España le corresponde al PP y no a ZP.Como la milonga suena ya desafinada, los de Pedro J. se han puesto en plan Mortadelo y Filemón y buscan ahora asambleas clandestinas de la izquierda abertzale. Ayer daban cuenta de un encuentro misterioso que han descubierto sus eficaces rastreadores. Lean, lean:«Un centenar de dirigentes y militantes de Batasuna, entre los que figuraba su portavoz, Joseba Permach, celebraron una asamblea el pasado sábado en los cines Golem de Pamplona. La noticia que hoy publica “El Mundo” adquiere especial gravedad a la luz del auto dictado por el juez Garzón que consideraba ‘neutralizada’ la Asamblea Nacional convocada por la formación ilegal en Alsasua, donde finalmente se celebró una manifestación». Se les chafó su «descubrimiento» en Altsasu y han encontrado otro en Iruñea. Son como niños... Y, además de jugar a rastreadores, se visten luego la toga:«El hecho de que los proetarras celebraran por fin su proyectada asamblea, aunque no en Alsasua sino en Pamplona, es una osadía propia de quien se cree en disposición de desobedecer a los jueces y una muestra de que por muy ilegal que sea, Batasuna está crecida y se siente fuerte políticamente. Hay que esperar ahora que las Fuerzas de Seguridad documenten con pruebas la celebración de esta asamblea y las pongan a disposición del juez para que Garzón actúe contra los reunidos y también contra quien les dejara entrar en el local y burlar así la ilegalización». Como verán, el periodismo de investigación tiene poco
que ver con flautadas como la que ayer adornaba las páginas editoriales de “El
Mundo”. ¿Cuándo «investigarán» lo de la piscina ilegal de Pedro J. Ramírez? ¡A
ver si dándose un chapuzón se les aclaran las ideas! - msoroa@gara.net
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