Garzón desmiente a la Ertzaintza en Errenteria
Tras su arresto el martes, Roberto Benito y Pablo César Carral comparecieron ayer ante Baltasar Garzón, quien al contrario de la versión esgrimida por la Ertzaintza, no aprecia indicios de que participaran en el incendio del Topo. Tras mantenerlos incomunicados hasta ayer, el juez les dejó en libertad. Deberán comparecer cada 15 días.
MADRID
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón dejó ayer en libertad provisional y sin fianza, aunque con la obligación de comparecer quincenalmente en el juzgado, a Roberto Benito y Pablo César Carral, detenidos la noche del martes acusados de ser los autores del ataque perpetrado contra la estación de EuskoTren de Errenteria.En su auto, el magistrado señala que los hechos que «pueden vincular» a los imputados con el incendio son «meramente circunstanciales, sin perjuicio de lo que se acredite» en la investigación, y subraya que no se encontraron vestigios de la acción en su ropa ni en el lugar de los hechos. Durante la vistilla celebrada ayer en la Audiencia Nacional, la fiscal Blanca Rodríguez pidió que se les impusieran sendas fianzas de 3.000 euros para eludir la cárcel, pero Garzón no lo aceptó. Es más, su resolución desmiente la versión de la Ertzaintza para imputar los hechos a Benito y Carral. Así, mientras el comunicado remitido por el Departamento de Interior de Lakua resaltaba que «a los cinco minutos de producirse el incidente, una de las patrullas de la Ertzaintza desplegadas por la zona observaba la presencia de tres personas que al detectar la presencia policial trataban de darse a la fuga», Garzón precisa que el incendio de la estación se produjo a las 22.15 del martes, y que los dos ciudadanos vascos fueron detenidos sobre las 22.42. Es decir, el arresto tuvo lugar 27 minutos más tarde que el sabotaje, y no cinco minutos después. Por ello, el juez concluye que «no sería lógico» suponer que si fueron los responsables, permaneciesen casi media hora «a menos de 100 metros del lugar hasta que fueron detenidos». «Su vinculación con el incendio queda rota agrega al no existir vestigios en su ropa, ni en el lugar de los hechos, ni en el entorno que les vincula con éstos. Sólo a base de una interpretación basada en presunciones podría relacionárseles con el incendio». Sí entiende que «podrían tener relación» con un delito de «enaltecimiento del terrorismo», puesto que dice que portaban «carteles alusivos a presos de ETA y a Segi» de los que, al parecer, se deshicieron cuando vieron que la Ertzaintza acudía, pero apostilla que eso «no es razón suficiente» para fijar fianza. Cree que «queda cubierta la cautela» con la obligación de comparecer cada quince días.
Sus vecinos les exculparon desde el inicio
GARA
ERRENTERIA Roberto Benito y Pablo César Carral recobraron ayer, hacia las 17.00, la libertad. Más de una docena de familiares y allegados se habían desplazado previamente a Madrid para mostrarles su solidaridad, y según explicaron a GARA en el camino de vuelta, los dos vecinos de Errenteria se encontraban «tranquilos» a la salida de la Audiencia Nacional. También relataron que el trato recibido en el periodo de incomunicación en manos de la Policía Autonómica fue «correcto». Mientras tanto, ayer Errenteria volvió a acoger una movilización en la que unos 250 vecinos mostraron su repulsa ante lo ocurrido y reclamaron su inmediata liberación. Desde el momento en que se supo de su arresto el martes, numerosos allegados y vecinos de Benito y Carral se apresuraron a desmentir rotundamente que hubieran tenido nada que ver con el sabotaje del que les acusaba la Ertzaintza, versión desmentida también ayer por el propio Garzón. Amplio respaldo Miembros de la Asociación de Vecinos de Gaztaño, junto a la letrada Ainhoa Baglietto y familiares de los jóvenes, comparecieron ante la prensa para asegurar que los a-cusados participaban en una reunión vecinal en el momento del sabotaje a la estación. Indicaron que al término de la asamblea, los dos jóvenes estuvieron pegando carteles y que fue entonces cuando los detuvieron. Se da la circunstancia de que un comunicante anónimo reivindicó el jueves a este diario el sabotaje en apoyo a Iñaki de Juana y remarcó que los arrestados «no tenían nada que ver». Askatasuna criticó ayer la «actitud represiva» de la Ertzaintza y censuró con dureza que varios medios de comunicación hayan difundido una información «manipulada e interesada que concordaba con el montaje policial».
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