La crisis en Hungría pasa factura no al Gobierno sino a la oposición
BUDAPEST. A tenor de las últimas encuestas, el primer ministro de Hungría, Ferenc Gyurcsany, ha superado mal que bien la crisis que atraviesa el país a costa de su principal rival político y personal, Viktor Orban, el líder del Fidesz, la mayor formación derechista, a quien se relaciona con las protestas. Unas protestas que decrecen en intensidad, aunque volvieron a congregar ayer a miles de personas ante la sede del Parlamento. El 51% de los encuestados opina que Orban jugó un papel destacado en la escalada de los acontecimientos. Por el contrario, el 57% de los preguntados considera que Gyurcsany no es el primer político que les ha mentido y por tanto no fue responsable de causar la mayor crisis, por la ola de protestas populares, desde la caída del bloque oriental en 1989. Analistas locales no se han mostrado sorprendidos por estos datos y aseguran que ya vaticinaron que la crisis acabaría por pasar factura a la derecha, habida cuenta de que la población identifica a los amotinados con la extrema derecha.
Lula sigue siendo el gran favorito pese a los últimos escándalos
BRASIL. Luiz Inázio Lula da Silva llega al último tramo del proceso electoral en Brasil como gran favorito para la reelección, pese al último supuesto escándalo que le ha estallado a escasos días de las presidenciales del 1 de octubre. El presidente mantiene una intención de voto cercana al 50%, según dos encuestas difundidas la noche del jueves. La oposición derechista, desde que estalló el asunto, sólo ha visto a su candidato Alckmin ganar un punto porcentual en los sondeos. Ha pasado del 29 al 30% y sigue lejos de amenazar a Lula, aunque no cede en su intento de llevar el pleito a una segunda vuelta. Más a la izquierda. «Brasil tiene apenas una semana para despertar», aseguran.
|