Yo no soy tonto
Con este lema nos bombardea la publicidad de Mediamark. Tras mis últimas experiencias en este comercio, pienso si no debiera ponerse al revés.
En agosto me acerqué a Mediamark Barakaldo a comprar un pequeño aspirador. Ya en casa, comprobé que al segundo día la batería sólo aguantaba 20 segundos. Volví a la tienda y, sin ponerme objeciones, me lo cambiaron. Para mi sorpresa y enfado, al nuevo le sucedía lo mismo, por lo que lo devolví y recuperé mi dinero.
A finales de agosto volví, esta vez a comprar unos auriculares inalámbricos para la TV. Me llevé unos de marca conocida y precio medio. Ya en casa, no me fue posible sintonizarlos. Se colaban emisoras de radio y hacía mucho ruido de fondo. Los cambié por otro modelo de marca conocida. Nuevo intento fallido. Esta vez no funcionaba el alimentador. Vuelta a Mediamark, a devolverlo y recuperar el dinero.
No escarmentado con estas experiencias, en septiembre he vuelto a por un microondas. Al desembalarlo comprobé que tenía rota el asa de la puerta. Lo he devuelto sin esperar a la segunda oportunidad, y ya me compraré el microondas en otro comercio.
En las cinco ocasiones, entre cambios y devoluciones, las personas que me han atendido lo han hecho con plena corrección y profesionalidad y sin ponerme pegas. Eso sí, tras aguardar largas colas, en la última durante 55 minutos.
Me he hecho la firme promesa de que en mucho tiempo no volveré a Mediamark porque, como dice el slogan, yo no soy tonto o, al menos, quiero dejar de serlo.
Luis D. Gómez
Anda y dilo
Y hazlo bien alto. Di gracias a la FECMA (Federación Española de Cáncer de Mama) y en espe- cial a las compañeras de la asociación de Zaragoza, por ser las primeras en esta andadura del proyecto “Dilo caminando”, que supone que mujeres operadas de cáncer de mama realicemos el Camino de Santiago, para decir andando: Aquí estamos y no nos ocultamos.
Tener cáncer de mama, no es algo que deba de ocultarse. Precisamente verbalizarlo y socializarlo forma parte de la sanación.
Lo importante de este caminar juntas es que permite continuar solicitando medidas de detección precoz, apoyo y recursos suficientes mien- tras se convive con él y otras medidas posteriores a la operación, tan necesarias como la anteriores. Se trata también de conseguir lo que permita avanzar en que el cáncer de mama, además de reducir en su mortalidad, pueda ser vivido sin connotaciones sociales, por el hecho de no tener pelo, una teta de menos o un brazo hinchado. Y por supuesto, con igualdad de trato para todas las personas. hayamos nacido en Estella, Pamplona, Senegal o Ecuador.
Animo y a andar. La calle y el camino también son nuestros. Unas junto a otras, recordando a las que no han podido hacerlo, pero sin olvidar que la que aquí seguimos, podemos. Si puedes verlo y apoyar este camino de Santiago, no pierdas la ocasión.
Tere Sáez - Miembro de Saray
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