Alvaro Reizabal - Abogado
El último tango en Madrid
Parece que fue ayer cuando hablábamos del verano y del regreso a la dura realidad, y ya estamos inmersos de lleno en la vorágine. El interminable proceso que sienta en el banquillo a medio centenar de vascos ha entrado en una nueva fase, oficialmente llamada prueba pericial, que está resultando más un denodado esfuerzo por parte de los guardias civiles que comparecen como «peritos» para conseguir condenas, que el informe de un grupo de expertos imparciales que informa al Tribunal sobre materias que los jueces desconocen, que es en definitiva el objeto que legal- mente debe tener la pericia. Hemos oído uno tras otro discursos interminables, con afirmaciones a veces manipuladas, otras hilarantes, para vestir con apariencia científica un santo predeterminado: que todo es ETA. Según dicen, alrededor de ésta, que constituye el hecho fundacional, giran hasta 1.500 organismos populares como satélites que han sido globalizados por la vanguardia, en aras a conseguir el múltiple infinito. Así de claro. Todos son ETA, algunos incluso sin saberlo. Organizaciones de cuadros, de masas, sindicales, de estudiantes, de mujeres, partidos, fundaciones legales pero perversas y hasta organizaciones de niños. Hay padres a los que hay que convencer de que se lleven a los chavales a casa, porque no se admiten premilitantes de menos de siete años. En fin, un conglomerado que constituye un auténtico Estado paralelo. Estamos conociendo las formas de expresión más características de la izquierda abertzale, tales como que vale más la picadura de un alacrán que la de mil avispas, que dicen se utiliza con mucha frecuencia en las reuniones. Los supuestos informes periciales están plagados de afirmaciones carentes de prueba, suposiciones, deducciones, inferencias, y la mera posibilidad de un planteamiento diferente, aunque también sea posible, es calificada de insulto a la inteligencia. Militar, por supuesto. Y así, dicen que han comprobado, sin explicar cómo, que Cáritas tarda diez veces más que HB en recaudar la misma cantidad de dinero, lo que demuestra que el dinero de HB proviene de ETA. Los pretendidos peritos, en un principio diez, y luego once (!), intervienen alternativamente, pero algunos lo hacen con más frecuencia, como el autodenominado Tango, que con sus intervenciones ha conseguido levantar murmullos de desaprobación, unas veces, y las risas del personal otras. Mucho se han criticado estos macroprocesos, incluso por el Tribunal Supremo. El 18/98 está resultando esperpéntico. Además, la situación política que vivimos debe dejar fuera de juego todos estos procesos. Ojalá que éste sea el colofón. El último tango en Madrid. -
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