Zurriolan | Mikel Insausti
En alfombra voladora
Cada uno vive la vor�gine festivalera a su manera, sin que las opiniones coincidan en lo relativo al ambiente. Oyes en una radio decir que este a�o hay menos flashes y, a la vez, puedes leer en un peri�dico que la presencia de c�maras en todos lados resulta agobiante. No hay acuerdo tampoco para lo oportuno o inoportuno de una pel�cula de denuncia en la sesi�n inaugural, y ah� s� que me voy a pronunciar, puesto que soy de los que piensan que la organizaci�n acert� de pleno al elegir una obra de verdadero impacto, de las que escuecen. Hubo invitados de post�n que ni se quedaron a la proyecci�n de la noche, y que s�lo se dejaron ver en la ceremonia previa. En el cocktail que luego tuvo lugar en el Mar�a Cristina estuvo el reparto chino de �Ghosts� divirti�ndose de lo lindo, en una imagen totalmente contraria la sufrimiento reflejado en la pantalla. Una cosa no quita la otra y todo es compatible, tanto, que por ahora estoy disfrutando por igual del buen cine y de la fiesta. Debe ser el cambio de alfombra roja, de mejor calidad que la anterior y sobre la cual uno parece flotar, incluso yo. Lo que no me imagino es la sensaci�n de volar en un avi�n privado, un lujo fuera del alcance presupuestario donostiarra pero que est� de moda dentro del competitivo star-system. Para los festivales ricos es ya una realidad, aqu� todav�a no pasa de leyenda urbana. -
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