La última reforma de la Seguridad Social, firmada por Gobierno español, la patronal y los sindicatos CCOO y UGT propicia, según explicó esta misma semana el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, que se reduzcan las cotizaciones empresariales por accidente de trabajo. La situación llama poderosamente la atención, ya que se conoce que los accidentes de trabajo tienen un coste para las arcas públicas de 13.085 millones anuales, según un estudio de CCOO. Además, en otro trabajo realizado por técnicos de Osalan se demuestra que si los empresarios hubieran invertido una media de 865,07 euros en los centros de trabajo donde se produjeron en 2003 accidentes de trabajo mortales, graves y muy graves se podrían haber evitado.

Con la disculpa de ordenar el sistema, los empresarios cotizarán menos. A partir del próximo 1 de enero de 2007, el tipo medio bajará del 2,88% actual al 2,75%. De manera directa, significará que las empresas se ahorrarán como mínimo 285 millones en el seguro de accidentes. De esta manera, no sólo no se penaliza a las empresas por la falta de seguridad y salud en sus instalaciones, sino que se les perdona el pago de cotizaciones por este motivo.

La nueva tarifa de accidentes de trabajo se basará en la actividad económica de las empresas y en la siniestralidad que ésta tiene, y no en la profesión de sus trabajadores como hasta ahora. Ese cambio permitirá «actualizar la tarifa anterior, vigente desde hace 27 años, para homogeneizar la cotización de las empresas que ejercen la misma actividad y evitar, además de problemas económicos y de gestión, la inseguridad jurídica y la picaresca que se produce en muchos casos», según explicó Granado.

«Bonus malus»

El director general de Ordenación de la Seguridad Social, Miguel Angel Peña, informó también de que una vez que esté vigente la nueva tarifa pretenden implantar el mecanismo «bonus malus». Es un mecanismo que consiste en bonificar a las empresas que obtengan mejores resultados en la prevención de accidentes laborales, al tiempo que penaliza a aquéllas menos eficientes en esa materia. Este tema es bastante controvertido no sólo en el Estado español, sino también en el conjunto de la Unión Europea.

Se cree que su puesta a punto, que no es la primera vez que se intenta, elevará la picaresca de las empresas. Ocurre ya que en algunas empresas no se informa de accidentes de trabajadores o a quienes se lesionan no les entregan la baja, sino que se les emplea en otras secciones de la compañía.

La actualización de la tarifa anunciada se incluye en el proyecto de Ley de Presupuestos de la Seguridad Social para 2007. La reforma supondrá reducir los 131 epígrafes de cotización actuales a 17, asignados en función de la Clasificación de Actividades Económicas. Este procedimiento permitirá asignar un tipo de cotización a cada empresa, y éste se informatizará y se centralizará. El tipo máximo de cotización será del 8,5% y el mínimo del 0,9%, frente al 18% y el 0,81 % actual. Según el responsable de la Seguridad Social, el 68,74% de las empresas no variará su cotización, el 21,67% la bajará más de un 5%, y el 9,86%, la aumentará, ya que tenía porcentajes de cotización por debajo de la media del sector. Granado reconoció que la Industria se beneficiará de la nueva tarifa más que el sector Servicios, porque la siniestralidad laboral desciende más en este sector.

Esta situación se produce en un momento donde el nivel de accidentes de trabajo es elevado. En Hego Euskal Herria se han producido ya, al menos, 84 fallecidos, y más de 43.000 accidentes de trabajo con baja, lo que significa que se descuida la prevención de riesgos.

Por otra parte, en abril de 2007 entrarán en vigor las nuevas normas de subcontratación. Entre otras cuestiones, se establece que las empresas no podrán encadenar más de tres contratos y que deberán tener un 30% de trabajadores fijos. -