ESPANYOL 0
OSASUNA 0
IRUÑEA
Osasuna volvió a sacar rédito de su visita a Montjuïc, un campo que se les da bien a los rojillos, donde sólo han perdido en una ocasión en las últimas siete visitas que ha rendido al campo barcelonés. De este modo, la escuadra navarra cosecha cuatro puntos en las dos últimas jornadas a domicilio, un bagaje bastante positivo, que viene muy bien para cicatrizar el irregular comienzo de la temporada.Los de Ziganda tenían la oportunidad de igualar la mejor marca del año pasado consiguiendo su tercera victoria liguera consecutiva, pero no supieron transformar su dominio de la primera parte en goles. El equipo bajó mucho el pistón en la segunda mitad, donde se dejó dominar por el Espanyol que, sin llegar a ejercer un agobio asfixiante, sí que rondó la portería de Ricardo, que volvió a mostrarse muy seguro.
Lo mejor, la gran seguridad defensiva que mostró el conjunto, sin fisuras en la zaga. Este es el cuarto encuentro consecutivo en el que no se encaja ningún gol, pese a que el míster rojillo ha ido rotando a los jugadores que conforman esta línea.
Estos continuos cambios no han afectado a la compenetración entre laterales y centrales, que ayer se hicieron muy bien la cobertura y estuvieron muy atentos a la hora de cubrir los huecos generados por alguna pérdida de balón o en los escasos contragolpes periquitos.
Un aspecto menos positivo es, sin duda, la falta de pegada que viene protagonizando el equipo en los dos últimos partidos, en los que ha cosechado idéntico raquítico marcador:0-0. A decir verdad, los puntas osasunistas no están precisamente en racha. A Milosevic no se le ve tan fuerte físicamente como el año pasado, Webó crea ocasiones pero no las materializa, y Soldado parece perdido en un esquema al que no acaba de acoplarse.
Si el encuentro ante el Espanyol puede calificarse de bastante malo en términos generales desde luego no puede decirse que los 93 minutos que disputaron rojillos y blanquiazules fueran un espectáculo, sólo podría salvarse de la quema el tramo inmediatamente posterior a la gran ocasión que dispuso Pandiani a la media hora de juego.
Entradas de Valdo y Juanlu
Durante unos diez minutos, Osasuna encadenó una serie de jugadas aprovechando las afiladas penetraciones de Valdo y Juanlu, pero que, bien por la mala ejecución de los centros, bien por el escaso olfato de gol de los atacantes osasunistas, no se tradujo en un movimiento del marcador.
Aunque sin el brillo ni la efectividad de la temporada pasada la estrella de aquel encuentro, David López, ni siquiera estaba convocada, cuando ganaron por 2-4, los navarros acogotaban a un nervioso Espanyol, que hasta ayer sumaba una única victoria casera.Era, al menos, la versión positiva, en cuanto a actitud, de un Osasuna al que le faltaba la precisión del último toque para que su poderío se transformase en tres puntos. Y eso que la defensa y porteros periquitos dieron más de una facilidad al respecto.
Nada que ver con la segunda, en la que los de Ziganda perdieron el control, pero curiosamente dispusieron de la mejor ocasión en las botas de Webó. Sólo el que el Espanyol no consiguiera hilvanar tres pases seguidos evitó males mayores.
Ahora llega un consabido descanso de dos semanas, sólo amenizado por el sorteo de la Copa de la UEFA de mañana, que esperemos no tenga las mismas consecuencias negativas que provocó el de las fechas navideñas de la pasada campaña.
A los cuatro puntos obtenidos lejos de El Sadar sólo se les podrá sacar el rendimiento preciso si se refrendan con una victoria en Iruñea sobre el Racing, que ya se ha colocado en puestos de descenso, pese a sus ruidosas incorporaciones, mientras que los rojillos se mantie- nen en la zona templada de la clasificación.