Samuel Sánchez confirma su gran momento imponiéndose en Zurich
·El asturiano abandonó a sus peligrosos compañeros de fuga para llegar solo a meta
DONOSTIA Samuel Sánchez está despidiendo la temporada mejor aún de como la comenzó. Si sus primeras pedaladas del año le dieron victorias en País Vasco o Asturias y buenos puestos en ParisNiza o Flecha Valona, las últimas han elevado el listón:victoria y gran actuación en la Vuelta a España, espectacular papel en el Mundial y, como colofón de momento, triunfo en una clásica del ProTour.Ni Paolo Bettini, vencedor el año pasado y que ayer estrenaba su maillot de campeón del mundo, ni especialistas como Tom Boonen, Davide Rebellin o Fabian Cancellara pudieron con el asturiano en el Campeonato de Zurich en lo que supuso, además, la primera victoria de EuskaltelEuskadi en una de las grandes clásicas del calendario. Como sucediera en el pasado Mundial de Salzburgo, Sánchez no sólo eligió bien los momentos para imponer su golpe de pedal, sólo que en esta ocasión no debía sus esfuerzos a nadie y pudo culminar el trabajo, imponiéndose a sus peligrosísimos compañeros de escapada. Los intentos de fuga protagonizaron, precisamente, las primeras vueltas al circuito de Zurich, aunque la definitiva no llegaría hasta, aproximadamente, treinta kilómetros de meta, con el salto de un grupo compuesto por el propio corredor asturiano, Michael Boogerd, Fabian Cancellara, Davide Rebellin, Stuart O’Grady y Stijn Devolder. No tardó Sánchez en demostrar que, si no el más rápido, sí era el más fuerte del grupo. En la ascensión al Pfannenstiel se marchó con Boogerd y Rebellin y, a falta de apenas doce kilómetros, también dejó de rueda a estos dos corredores para marcharse en solitario y no sólo mantener, sino incluso aumentar su ventaja de ahí a la línea de meta. El corredor de Euskaltel sumaba así la novena victoria a su palmarés, que estrenó en 2004 con la escalada a Montjuic y que este año ha dado un salto de calidad, con cinco triunfos y el cuarto puesto en el Mundial.
Segundo en el UCI Pro Tour
Sánchez, además, asciende hasta la segunda plaza de la clasificación de la UCI Pro Tour, superando a corredores como Erik Zabel, Tom Boonen o el propio Paolo Bettini.Lamentablemente, las matemáticas le impiden tener opción
a vestir la próxima temporada el maillot blanco, que ya se ha adjudicado
Alejandro Valverde. El de Caisse d’Epargne le aventaja en 112 puntos y sólo
restan por disputar dos pruebas, ParisTours y Giro de Lombardía, en las que
Sánchez sólo podría
sumar un máximo de 90.
«Ha sido una semana completa», celebra el asturiano
DONOSTIA Agotado tras 200 kilómetros a pleno esfuerzo bajo un intenso aguacero, pero absolutamente feliz por su victoria, Samuel Sánchez aseguraba que con ésta cerrada una semana «completa», después del cuarto puesto en el Mundial y la firma de su renovación con Euskaltel, acordada en junio. En este sentido, el asturiano se declaraba «muy contento en EuskaltelEuskadi, me siento valorado y es el equipo en el que mayores oportunidades y ayudas voy a tener para seguir progresando». En lo que respecta a la carrera, Sánchez explicó que «veía que tenía hueco, pero hasta que no ves la meta y sueltas el manillar para levantar los brazos, estas ligeramente intranquilo. He sentido una emoción, una satisfacción y felicidad enormes, por mi y por todos los que me apoyan». Vista su nueva exhibición, el corredor tuvo que volver a responder sobre lo sucedido en el Mundial. «No hay que darle más vueltas, aunque al analizarlo piensas que si, cuando salté, Valverde se hubiera pegado a la rueda de Bettini en lugar de a la mía, quizá hubiera ganado yo... o él. Pero éso son cosas que se piensan luego, en frío. En caliente es otra cosa». El «nuevo estilo» Precisamente ese recuerdo es el que provoca que Miguel Madariaga celebre la nueva victoria de su pupilo con una mezacla de sentimientos. «Por un lado, la alegría es enorme, claro está, pero por otro, siento cierta tristeza, porque creo que ahora se ve más claro todavía que Samuel podía haber ganado el Mundial», lamentó. De todas formas, el manager de Euskaltel se reconoce absolutamente feliz con la nueva victoria del asturiano, que atribuye tanto a su momento de forma como al «nuevo estilo» de la formación naranja. «Samuel tiene un mérito enorme, porque hay que ver el final de temporada que está protagonizando. Y la nueva forma de correr del equipo también tiene mucho que ver. Samuel es un niño grande, necesita mucho el apoyo de sus compañeros explicó a este respecto. Y las carreras se ganan en la carretera, pero también el día anterior, en el hotel, en el autobús...». Lo cierto es que el asturiano ha acabado por confirmarse como uno «de los primeros espadas» del equipo, pocos meses después de haber firmado su renovación. Un alivio, sin duda, para Madariaga, que se ahorra así vivir otro culebrón en breve. «Me han llamado muchísimos equipos extranjeros preguntándome por su situación, cosa que no me había pasado antes con ningún corredor», aseguró.
|