Manuel F. Trillo es un profesor de Derecho en un instituto de Secundaria de Málaga que acaba de reclamar a Amnistía Internacional que adopte a Iñaki de Juana como preso de conciencia, ya que considera que «existe un claro quebranto del principio de seguridad jurídica, que es una de las bases de la convivencia en una sociedad».Trillo destaca que De Juana ya ha cumplido la pena por los delitos que se le atribuyeron en 1987 en base al Código Penal de 1973, por lo que puede ser considerado preso de conciencia.
«Acabo de comenzar el curso y éste es un aspecto que tengo que explicar a mis alumnos», explica a GARA Trillo, que critica con dureza las palabras del ministro español de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, que señaló en su día que había que «construir delitos» para mantener a De Juana y otros presos vascos en prisión, como efectivamente se hizo.
«Esto es absolutamente peligroso porque rompe totalmente la seguridad jurídica y supone crear un derecho penal similar al nazi o al soviético. Dependiendo de la voluntad de los gobernantes o de la comunidad a la que pertenezca un sujeto, puede acabar en Mauthausen o en el gulag», señaló a GARA.
Trillo destaca que leyó los dos artículos que De Juana publicó en GARA y que le han supuestoque se haya prolongado su estancia en prisión. «Si te digo la verdad, cuando leí los dos artículos pensé que me iba a encontrar inmediatamente con algún elemento que fuera claramente un delito, pero lo cierto es que no había nada de nada. Se trata de unos simples artículos de opinión».
«Del análisis de esos textos se podrían derivar, en todo
caso, delitos de injurias delito privado en el que el ofendido ha de
actuar, pero de ningún modo los delitos que la Audiencia Nacionalle ha
atribuido», constata el profesor andaluz. De Juana ha sido imputado por
«integración en banda armada y amenazas terroristas».
«Ataque al derecho»
A juicio de Trillo, la situación que Iñaki de Juana está padeciendo en la prisión de Algeciras supone un «ataque al Derecho», puesto que «existe una necesidad de normas jurídicas para formar una sociedad. Por ello, estas normas jurídicas deben ser respetadas.Si no gustan, se podrán cambiar, pero mientras estén vigentes hay que respetarlas. Lo que no se puede es ‘construir’ delitos en función de la voluntad de los gobernantes». En cualquier caso, Trillo no tiene grandes esperanzas de que su petición a Amnistía Internacional llegue a buen puerto. «La verdad es que no me han hechogran caso hasta ahora. Intenté ponerme en contacto con ellos, pero no lo conseguí porque tienen un horario de oficina. No entiendo cómo la defensa de los derechos humanos puede tener horario de oficina, pero es así. Finalmente, después de tratar con un contestadorautomático, conseguí hablar con una persona, pero tampoco me solucionaron nada ni me dijeron si iban a tratar mi solicitud», relata.
En una carta abierta publicada en el diario digital Insurgente.org, Trillo solicita que se trate la situación de De Juana de manera urgente, «pues mucho me temo que un preso de conciencia muera en las cárceles españolas, y yo, como ciudadano, sentiría mucha vergüenza, además de que me sería imposible defender el Estado de Derecho y suspropósitos en esas circunstancias». -
