- Osasuna suma cuatro puntos en dos salidas consecutivas -
Ziganda: «No es casualidad el cuarto partido sin encajar gol»
BARCELONA
Ziganda se aferró a la lectura positiva del empate sin goles de Montjuïc: que su equipo lleve cuatro partidos consecutivos sin ver perforada su portería. «No es casualidad, ello demuestra que el conjunto está armado, no nos encerramos, vamos de cara y defendemos con el balón», indicó.Como suele ser habitual, de un mal partido lo único aprovechable es el resultado, si éste supone puntuar. No fue la excepción, ya que el de Larraintzar aseguró que «este empate es bueno ganándole al Racing dentro de dos semanas. La idea es dar esta imagen en casa, la de equipo más asentado y serio defensivamente». Pese a que la plantilla no se quedó contenta del todo con el punto sumado, Ziganda se mostró «satisfecho» con el rendimiento de sus pupilos «porque al equipo le tenemos que pedir que haga las cosas bien, lo han intentado, pero no hemos podido aprovecharnos de los nervios del Espanyol». Como era lógico, el míster rojillo se quedó con los primeros cuarenta y cinco minutos, en los que, a su juicio, «estuvimos bastante bien, aunque no hubo ocasiones muy claras ni forzamos paradas de su guardameta. Sin embargo, tuvimos la pelota, mientras que al Espanyol se le notaba la ansiedad y el nerviosismo», ahondó. Curiosamente, en la segunda parte, «que, con los cambios, pasaron a dominarnos territorialmente», la escuadra navarra dispuso de la mejor oportunidad en el minuto 73. Sin embargo, Webó no supo concretarla, si bien lo más importante para el técnico osasunista es que el jugador camerunés «las siga creando porque está bien, le ha faltado sólo un palmo para meterla y queda mucha competitición por delante para que marque goles». Ziganda confesó que buscó cortocircuitar el flujo futbolístico de los periquitos tratando de secar a De la Peña, «pero no es fácil porque, aunque aparece poco, da su pasecito de gol».
«No merecimos ganar»
BARCELONA
Sincero como acostumbra, el técnico del Espanyol,
Ernesto Valverde, reconoció que el empate entre su equipo y Osasuna «fue justo
porque no hemos hecho nada para ganar. En el primer tiempo nos han dominado, han
jugado mejor y nosotros lo hemos hecho fatal».
Por contra, admitió que en la reanudación «hemos
empujado, sin demasiado juego, pero hemos tenido esa pizca de orgullo». El
preparador aseguró entender los pitidos con los que fue despedida la escuadra
que dirige: «Lo mejor que tenemos es nuestra afición porque nos han seguido
animando, a pesar de lo mal que hemos jugado en la primera mitad».
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