- Liga Acb: Espectacular estreno en Illunbe
El buen ambiente y la pasión reina en un derbi nuevo
·El lleno se rozó en un pabellón de Illunbe que vivió cada segundo con sincera pasión
DONOSTIA
A falta de tres horas para dar comienzo al derbi había una cola considerable en los aledaños de Illunbe. Después de una buena campaña de captación de socios y una buena promoción del choque entre Bruesa GBC y Lagun Aro Bilbao Basket, el lleno o casi lleno, que no es fácil rebosar un pabellón de más de 10.000 localidades en una ciudad sin basket de elite hasta hace bien poco estaba garantizado. Sólo faltaba la pasión. Y la pasión llegó. Llegó desde que el balón se lanzó al aire hasta el útimo instante. Los ánimos, los gritos y los pitos retumbaban cuando la afición donostiarra veía que el Bruesa los necesitaba. Pero los cerca de dos mil seguidores del Bilbao Basket no se quedaban atrás. Sus ánimos y sus protestas se escuchaban perfectamente, incluso por encima del griterío de la música y la mismísima txaranga que, de cuando en cuando, imponía sus notas al ruido predominante.
Fraternidad y mezcolanza
Cada cual animaba sus colores, pero de manera sincera. Los aficionados de ambos equipos se encontraban y se relacionaban en una mezcolanza sana y vital que condensaba la atmósfera convirtiendo el coso de Illunbe de gigante a concentrado polvorín lleno de color y ruido, pero sin incidentes.La prensa también se hallaba entremezclada, concentrada en seguir el choque de manera profesional al principio y, según pasaban los minutos, cada vez más implicada con sus colores personalmente predilectos. En total, nada menos que 130 medios acreditados en un pabellón que pasó con nota su bautismo en la Liga ACB. Con nota y con música de diverso pelaje. Pues si al princpio del partido Illunbe vibraba con el «We will rock you» de Queen, con el paso de los minutos y la tensión del público donostiarra, el repertorio varió a melodías más locales como el abracadabrante «Ikusi mendizaleak» cantada y bailada con fruición y el no menos inenarrable «Marcha de San Sebastian», cantada a voz en grito por un Illunbe volcado con su equipo y con este derbi, dispuesto a convertir esta fiesta, como dijera Txus Vidorreta más tarde en sala de prensa, en un clásico del baloncesto vasco al más alto nivel, con el permiso de un Tau Baskonia que aguarda para implicarse en un carrusel de partidos fratricidas que prometen ser tan emocionantes, si no más, que el vivido en la tarde de ayer. Ikurriñas en las gradas, palmas, música, gritos, tensión, pasión y, sobre todo, baloncesto. La mejor receta para el mejor espectáculo.
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