BILBO

“Passenger” pone en relación la poderosa imagen del Ascensor de Begoña con su «inexplicable invisibilidad» y compone una serie de inéditas miradas sobre esta construcción. Este gran símbolo maquinista racionalista de los 40 rescata su relación portuaria al proyectar luz sobre el area metropolitana a modo de faro. “50 segundos en vertical” es el subtítulo del nuevo proyecto de Txuspo Poyo. Cincuenta segundos es el tiempo empleado en subir o bajar en el ascensor que une los barrios de Begoña y Casco Viejo. El ascensor está situado en la calle Esperanza y fue proyectado por Rafael Fontán en 1946. Desde entonces, varias generaciones han crecido utilizándolo casi a diario. Este transporte público, de fisonomía racionalista, ha tenido una presencia primordial en el crecimiento social y cultural de la zona.

“Passenger” está formado por un vídeo animación y un perfil social del edificio a través de conversaciones con el historiador Gorka Perez de la Peña y con usuarios del mismo. Según una nota de prensa enviada por Bilbao Arte, el proyecto pretende «la recuperación de un gran icono maquinista del imaginario colectivo industrial, símbolo de comunicación y transportes, en cuyo interior se mantienen los protocolos de conducta que construyen los espacios de tránsito contemporáneos».