Germán Hanke había asumido el informativo nocturno de Telemadrid con la convicción de estar en un lugar ideológicamente afecto. Más delgado, con un tono profesoral y rancio, mantuvo el tipo de todas las críticas por su poca capacidad de transmisión, pero que reforzaba una estética de la derecha más compungida, la que tiene algunas conexiones con un liberalismo culto. Las audiencias no eran excesivas, pero sobrevivía, hasta que se negó a ponerse a la rueda de las alucinaciones de Pedro Jota y Federico Jota, las dos Jotas de la baraja ultramontana. Al primero lo conocía bien porque desde El Mundo del País Vasco, llegó a Madrid, asumió responsabilidades y saltó a Época y otras aventuras de la derecha más dura hasta acabar en la televisión de Esperanza Aguirre, hasta que se ha visto obligado a dimitir, o lo han dimitido.

Y aquí sí se debe entender que Esperanza Aguirre actúa de manera caciquil porque en todos los zapings se ha visto y escuchado como en una entrevista reciente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, en el informativo de Germán Hanke, la reina del farmatín y emperatriz del ladrillo le decía con tono agrio, “no asuma usted las consignas del enemigo”, para referirse a una pregunta muy ajustada en tiempo e intensidad a la realidad política que se vivía. Dicen que esa entrevista fue la gota que colmó el vaso, y le fueron acorralando, quitándole colaboradores que, curiosamente, se enfrentaban a las dos Jotas, y así sucesivamente.

Y esta frase dicha por Esperanza Aguirre viene a significar el sentimiento que tienen los políticos de sus televisiones institucionales. Están los amigos, “los nuestros”, y los enemigos, que en la televisión que nos aturde, ETB, es algo más que obvio y evidente, aunque se intente disimular y existan profesionales que pretenden luchar contra esa tendencia. Pero en EITB hay manifiestas exclusiones, vetos a personas por sus manifestaciones o ideas, y siempre el sesgo informativo va en una misma dirección, aunque se bifurque por las circunstancias de Ajuria Enea a Sabin Etxea. El resto, si no son el enemigo, son por lo menos, “los otros”. Liberemos a EITB. -