MADRID
El juicio por el macrosumario 18/98 vivió ayer una nueva jornada maratoniana marcada por la tensión en los cruces verbales entre los letrados de la defensa, los guardias civiles que ejercen como peritos y la presidenta del Tribunal, Angela Murillo. En un momento determinado, ésta última llegó a llamar la atención a las partes señalando que «esto no es una guerra».La mañana comenzó con una discusión de carácter técnico sobre cómo se fechan los documentos en un ordenador y cómo se pueden modificar. El motivo era la falta de concordancia en unos documentos supuestamente incautados por la Policía francesa y presentados por la Guardia Civil.
Los agentes reconocieron que ellos no han visto el ordenador y que sólo tienen los disquettes sellados por la Policía francesa. Al respecto, la defensa apuntó que en la documentación que se les ha facilitado sólo consta el sello del instituto armado.
Pero la sesión matinal tuvo como punto álgido la insistencia de los peritos en identificar a Xabier Alegria como Garikoitz, seudónimo de la persona que, según la acusación, ejercía de nexo entre Orain editora de “Egin” y ETA. La Guardia Civil sostenía que tanto el propio Alegría como Mikel Egibar reconocieron este hecho durante los interrogatorios.
Sin embargo, preguntados por los abogados, los agentes reconocieron que Egibar en ningún momento dijo tal cosa, y que Alegria lo negó en sus declaraciones judiciales. Cabe recordar que ambos denunciaron haber sufrido torturas tras ser detenidos. Tanto el comandante como el cabo que participaron en el arresto de Alegria manifestaron que no sabían si el lezotarra había ratificado o no ante el juez lo declarado en los calabozos.
Los letrados preguntaron a un agente que participó en el operativo contra Alegria si es cierto que se empleó la tortura para que asumiera que él es Garikoitz. No hubo una respuesta concreta, aunque los guardias se aferraron a sus tesis basadas en declaraciones policiales. Murillo zanjó la cuestión decretando un receso.
Sociales o populares
Posteriormente se entró en una nueva fase en la que se empezó a analizar lo referente a los movimientos sociales. Con este informe, la Guardia Civil trata de vincular a la Fundación Joxemi Zumalabe con ETA, bien a través de ASK, bien a través de Ekin. Todo depende del dossier.En este punto, el instituto armado realiza una distinción entre «movimientos sociales» y «movimientos populares». En este último grupo estarían aquellos colectivos «que cuestionan el sistema y quieren subvertir el orden, y por lo tanto siguen directrices de ETA». Entre ellos estaría por ejemplo la Confederación de Ikastolas.
Respecto a los dos informes redactados sobre Joxemi Zumalabe, los peritos fueron incapaces de precisar cuándo se iniciaron las investigaciones ni a instancias de quién. Tampoco supieron decir quiénes componen el Patronato de la Fundación y por lo tanto admitieron que desconocen sus ideologías. Preguntados por sus métodos de investigación, optaron por emplear la misma táctica de la víspera y señalar que no pueden revelarlos porque son secretos.
Los agentes sí dijeron que la Guardia Civil continúa investigando en la actualidad las actividades de Joxemi Zumalabe. Cuando la defensa les pidió que explicara en qué consisten estas pesquisas y los motivos de las mismas, el perito dio una réplica digna de una película de los hermanos Marx: «No puedo contestarle porque no puedo explicarle los motivos por los que no le puedo contestar».
GARA
GASTEIZ
Fiel a su papel, Carlos Urquijo, electo del Partido Popular en la Cámara de Gasteiz, registró ayer una iniciativa parlamentaria en la que insta al Ejecutivo que preside Juan José Ibarretxe a explicar si sus representantes en la gestión del BEC han dado «el visto bueno» a la «cesión» del recinto a los organizadores del concierto que se celebrará el próximo 11 de noviembre en solidaridad con los encausados en el sumario 18/98.
En su reclamación, el representante del PP dicta su propia sentencia al apuntar que este sumario «engloba diferentes causas cuyo nexo de unión es la colaboración con la banda terrorista ETA». Por si hubiera dudas, Urquijo señala que su partido descalifica una posible postura favorable por parte del Ejecutivo autonómico «dada la gravedad de las imputaciones y el respeto que el Gobierno Vasco debe a las víctimas».
La víspera, su compañero de formación Antonio Basagoiti ya arremetió contra este acto, tachándolo de «aberración que va contra la paz». El presidente del PP de Bizkaia fue más lejos y cargó también contra Metro Bilbao, que establecerá un dispositivo especial para quienes acudan al concierto. «Es aberrante que Metro Bilbao facilite el regreso a los que van a homenajear a la banda terrorista», indicó.
