Ni el 10% de las maltratadas acude a los servicios sanitarios
GASTEIZ
«Sufría durante mucho tiempo y me tragué todo el dolor. Por eso estoy continuamente yendo al médico y tomando medicamentos», describe una de las consecuencias del maltrato recibido una mujer serbia. «Traté de beber un detergente líquido... Veo en el hospital las caras de su familia mirándome fijamente, echándome el mal de ojo. Como si pensaran que debería hacerlo, que debería morirme», narra otra de Samoa. La OMS ha tratado de analizar la relación entre esa violencia infligida por la pareja y la salud de la víctima. Lo más evidente resultan las lesiones derivadas de ese maltrato físico. Aunque la mayoría son moratones o rasguños, en algunos de los entornos analizados ha sido común encontrar lesiones de mayor gravedad como huesos rotos o daños en oídos y ojos. Así lo reflejan más del 20% de las mujeres maltratadas en Namibia, Perú, Samoa o Tailandia. La otra realidad es que en ocho de los quince entornos estudiados en el informe de la OMS, menos del 10% de esas mujeres maltratadas había acudido a los servicios de salud. La OMS constata que los problemas de salud de estas mujeres tienen mucho que ver en la actualidad con las experiencias de violencia sufridas a lo largo de la vida. Incluso el porcentaje de ellas que había albergado pensamientos suicidas era mucho más elevado que el de aquellas mujeres que no habían sido víctimas de esta violencia. En Brasil, por ejemplo, casi la mitad de las mujeres víctimas había pensado alguna vez en suicidarse. Un análisis especial recibe el maltrato que se ejerce durante el periodo de embarazo de la mujer. «Me pegó en la barriga y me hizo abortar de dos, no sé si gemelos o mellizos, pero de dos bebés. Fui al hospital con hemorragia y me hicieron una limpieza», cuenta una mujer entrevistada en un entorno urbano de Perú. La zona rural de Perú arroja datos de hasta el 28% de mujeres que alguna vez fueron golpeadas durante alguno de sus embarazos. En la mayoría de entornos analizados en el estudio, la cifra supera siempre el 5%. Patadas y puñetazos en el abdomen es la agresión más habitual en estos casos.
Dos detenidos por agredir a sus madres
GARA
BILBO Un hombre de 58 años fue detenido el lunes en Bilbo acusado de agredir y amenazar a su madre, de 90 años de edad. El arresto se produjo en la calle Txotena. La víctima explicó a los agentes que su hijo llegó a la vivienda ebrio, pidiéndole la documentación de la vivienda. Al parecer, el hombre se enfureció al responderle que no la tenía. J.R.C.V. arrojó diversas prendas de ropa por la ventana y empujó a su madre, que cayó sobre la cama lastimándose un costado. También golpeó una bombona de butano contra el suelo y amenazó con prenderle fuego. Por su parte, en la localidad de Noain, agentes de la Brigada Asistencial de la Policía Foral detuvieron el domingo a un joven de 23 años acusado de maltratar a su madre, delito por el que ya había sido arrestado tres veces anteriormente y por el que la víctima le ha denunciado hasta en cinco ocasiones. La mujer precisó que había sufrido un episodio de golpes, zarandeos e insultos, además de daños materiales en la vivienda. El presunto agresor fue puesto a disposición judicial.
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