Criticamos a la dirección de la empresa multinacional Reckitt Benckiser por la decisión de cierre definitivo de su planta de Güeñes, argumentando para ello la «pérdida de competitividad». No estamos ante una planta que se encuentra en una grave situación económica. Todo lo contrario. A lo largo de los últimos años ha acumulado grandes beneficios y la empresa argumenta que su objetivo es disminuir los costes de trans- porte. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, la razón fundamental es trasladar la producción a Portugal y a Polonia para producir a mitad de precio y ga- nar todavía más dinero.
Desgraciadamente, si se materializa esta decisión traerá consecuencias muy negativas para los 190 trabajadores de la planta y para los empleos indirectos y el tejido productivo de la comarca de Enkarterri.
De todas formas, tenemos muy claro que la multinacional Reckitt Benckiser no es la única responsable. Tanto el Gobierno de Vitoria como la Diputación Foral de Bizkaia son también responsables de la decisión que ha tomado la empresa. Al fin y al cabo nos encontramos frente a la clara consecuencia de la política económica e industrial llevada a cabo por ambas administraciones. Por una parte, con su política de derechas, ambos están dejando nuestro tejido económico e industrial y los correspondientes sectores estratégicos en manos de la empresa privada y de las multinacionales. Y por otro, ambas instituciones no quieren tomar ninguna medida para exigir y hacer cumplir a las multinacionales como Reckitt Benckiser unos compromisos sociales y económicos mínimos.
Desgraciadamente, como consecuencia de esta política retrógrada de ambas administraciones, el sector público ha ido perdiendo su peso económico y su capacidad para dirigir la política económica e industrial. Ello está erosionando permanentemente las conquistas sociales, impulsando la degradación de las relaciones laborales a través de las políticas de privatización y de subcontratación.
Exigimos al Gobierno de Lakua y a la Diputación vizcaina asumir los siguientes compromisos para garantizar el futuro de la empresa Reckitt Benckiser:
1. Apuesta por una política económica e industrial pública, ya que ésta es la principal garantía para reforzar nuestro tejido económico e industrial y para organizar nuestro desarrollo económico a la medida de nuestras necesidades y no de los intereses de negocio de la empresa privada y de las multinacionales.
2. Desarrollar un plan concreto para hacer frente a la deslocalización de las empresas. Esto es, poner en marcha medidas que puedan acabar con la impunidad y el dumping social que se esconde detrás de las deslocalizaciones. De la misma forma que está pasando con la multinacional Reckitt Benckiser, las razones para llevar la producción a otro sitio no están relacionadas ni con nece- sidades de producción ni con la pérdida de beneficios. Detrás de ello se esconden los objetivos de negocio insaciable y de espe- culación del capital multinacional. Por eso, es hora de que el Gobierno de Gasteiz y la Diputación de Bizkaia pongan en marcha un plan consensuado con los agentes sociales, políticos y sindicales. Estableciendo, entre otras, medidas econó- micas, industriales, fiscales y comerciales. Además, ambas instituciones deberán de trabajar para generalizar a nivel internacional los derechos laborales y sociales de los trabajadores y trabajadoras. Ello conllevaría construir un nuevo espacio de derecho laboral a nivel europeo que garantice los derechos laborales y sindicales, el derecho a un sueldo mínimo y el derecho a la protección social y a un empleo estable y de calidad.
3. Garantizar el futuro de la planta de Gueñes de la empresa Reckitt Benckiser y de todos los actuales puestos de trabajo. El Gobierno de Lakua y la Diputación Foral de Bizkaia tendrán que utilizar todos los medios políticos y económicos que están en sus manos para garantizar el futuro de la planta de Gueñes y de sus puestos de trabajo. Entre ellos, la no aceptación por parte de la autoridad laboral del expediente de cierre ya que es una empresa con beneficios y el reconocimiento de la total oposición de los trabajadores y trabajadoras al cierre del mismo. También ambas instituciones tendrán que tomar las medidas oportunas para evitar la especulación con los terrenos y las instalaciones, llegando incluso a reconsiderar determinadas decisiones que puedan facilitar esta práctica inaceptable.
4. Debatir y poner en marcha todos estos compromisos con la participación del Comité de Empresa de Reckitt Benckiser y los agentes sociales, sindicales y políticos de Enkarterri, Bizkaia y de toda Euskal Herria. -