La OCDE reconoce que los empresarios se benefician de la reducción de los impuestos
Un informe de la OCDE reconoce que la recaudación por la vía de impuestos aumentó debido al fuerte crecimiento económico. Ese hecho permitió a las empresas mayores beneficios económicos, aunque su contribución en impuestos y cotizaciones sociales a las arcas públicas apenas aumentó. En el informe se explica que las empresas son las grandes beneficiadas en el recorte de impuestos que se está produciendo a nivel mundial. El organismo internacional destaca la evolución de los países nórdicos, con una fiscalidad equilibrada que, a cambio, permite un mayor gasto social.
BILBO
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha presentado un estudio sobre la tendencia se- guida en la recaudación fiscal entre 1965 y 2005 entre los treinta países que la componen. La principal conclusión del informe, que presentaron Jeffrey Owens, director del Centro de Política y Administración Fiscales, y Christopher Heady, jefe de la División de las Políticas Fiscales y Estadísticas, es que los ingresos procedentes de impuestos y cotizaciones sociales aumentaron en el conjunto de la OCDE «a pesar de las reducciones de los tipos de imposición, sobre todo, en las ganancias de los empresarios».
A juicio de ambos, se constata «un fuerte crecimiento económico» durante ese período de cuarenta años, lo que ha permitido a las empresas «lograr beneficios muy importantes». Reconocen que en algunos países, los efectos de «una ampliación de la base impositiva» y un «mejor respeto de las leyes fiscales» han contribuido a elevar los ingresos fiscales, que son necesarios para el desarrollo de las políticas económicas y sociales de cada administración.
El informe recoge que aquellos países en los que la política fiscal es más incisiva con quienes acumulan más recursos económicos, son los más equilibrados a nivel de gasto social. Según los datos de la OCDE, los ingresos fiscales en la UE-15 representan el 39,7% del PIB, dos puntos por encima de la media de la OCDE en 2004, que es el último año del que se disponen datos cerrados del conjunto de los países. Sin embargo, muy por encima de esa media se encuentran los países nórdicos que disponen de niveles altos de presión fiscal. De esa manera, Suecia cerró 2005 con unos ingresos fiscales que sumaron el 51,1% del PIB; Dinamarca, con el 49,7%; Noruega, con un 45% y Finlandia, con el 44,5%. Alemania obtuvo un 34,7%a través de su política de ingresos fiscales, por debajo de Bélgica, con el 45,4%; Austria, con un 41,9%; el Estado francés, con un 44,3%; y el Estado español, con un 35,8% de ingresos fiscales en relación al PIB, como indica el informe.
Según la OCDE, la estructura fiscal muestra que el 26% de los ingresos en el conjunto de los treinta estados procede de cotizaciones a la Seguridad Social, cantidad similar a la que suman los impuestos de la renta (25%) y sobre los salarios y la mano de obra (1%), que aparecen desdoblados en el estudio. Los impuestos sobre el beneficio económico que obtienen las empresas representan sólo el 10% del conjunto de los ingresos, mientras que los del consumo, que afectan a todos los ciudadanos y que tienen un efecto más negativo en las rentas bajas, supone el 19% de ese reparto de los ingresos fiscales.
Quienes más tienen siempre han pagado menos. Así se constata en el informe. Los impuestos sobre el beneficio de las empresas determina que en 2004 representaron el 9,6%de los ingresos fiscales en el conjunto de la OCDE, sólo un 0,8% más que en 1965.
En el Estado español, se sitúan en el 9,8%, un 0,6% más que en 1965, a pesar de que en los últimos cinco años los empresarios han logrado beneficios récord. En el Estado francés pasó del 5,3% del PIBal 6,3%.
Las empresas cotizaron en 2004 al mismo nivel de 1980
Los datos sobre la distribución de la riqueza muestran la dualidad social. El informe de la OCDEconfirma a nivel general que las cotizaciones sociales de los empresarios sobre el PIB son mínimas. En el Estado español, cotizaron por un 8,5% del PIB en 2004, porcentaje similar al de 1980. En el Estado francés, también decaen. Suponen el 11%, el nivel más bajo de desde 1975. -
Dinamarca y Suecia transfieren más recursos sociales
BILBO Una consecuencia lógica de tener un nivel mayor de ingresos fiscales es que después se puede transferir más a los más necesitados. Así ocurre en Dinamarca y Suecia que transfieren un 27,6% y un 31,3% respectivamente del PIB a protección social, según el informe de OCDE. En Hego Euskal Herria ese nivel de protección social no supera el 20,1%, un poco por encima del Estado español (19,8%). El trabajo presentado por Jeffrey Owens y Christopher Heady señala un tema importante, puesto que aunque la diferencia entre los países nórdicos en apoyo a al gasto social es elevada, el Estado francés y Alemania con un 26,3% y 25,2 % respectivamente se encuentran también en lo alto. La diferencia entre ambos está en el modelo de política fiscal que tienen. «Dinamarca y Suecia, que destacan en transferencias sociales, aplican una imposición íntegra de las jubilacio- nes con cargo al Impuesto de la Renta y una imposición, al menos, parcial de los subsidios de desempleo», mientras que «en Francia y Alemania tienen niveles de transferencia social casi similares, con menos incidencia en el Impuesto de la Renta y las cotizaciones sociales, en parte debido a que aplican impuestos reducidos a las pensiones de jubilación para equilibrar los gastos y los ingresos». El trabajo de la OCDE confirma, por otro lado, que las cotizaciones sociales de los trabajadores van al alza, debido a los problemas que están apareciendo para el pago de las pensiones desde las administraciones públicas.
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