- Real -
Más confianza que preocupación
·Los donostiarras están convencidos de que un par de buenos resultados voltearán por completo las vibraciones
DONOSTIA
Un punto en cinco partidos no ofrece demasiadas dudas:hay motivos para preocuparse. Pero como sucede con los grises, el grado de preocupación varía mucho de unos a otros.
Entre la afición de la Real, el pesimismo es claramente mayoritario. El sentir del equipo, al menos de puertas afuera, se acerca, sin embargo, a los tonos más claros del gris. Incluso los hay que piensan que este puede ser un buen año, como Mikel Labaka. Sin llegar a ese extremo, la mayoría de los jugadores blanquiazules aseguran que el mal arranque liguero no tiene por qué traducirse en otra temporada de sufrimiento, teniendo en cuenta todo el tiempo que queda por delante.
Se ha consumido, de hecho, tan poca temporada, que las diferencias son escasísimas, con lo que un par de buenos resultados pueden voltear por completo las sensaciones. Mikel Aranburu tiene claro que ganando al Zaragoza «y poniéndonos con cuatro puntos, veríamos las cosas de manera diferente y ganaríamos en confianza».
Un aspecto que, en palabras del azpeitiarra, no se ha visto mermado «porque la confianza no se pierde en cinco partidos». Asegura, de hecho, que el equipo siente «más confianza que preocupación», pese a reconocer que la situación clasificatoria del equipo no es, precisamente, la más deseable.
Por éso, Aranburu apuesta por restar presión, concediendo la importancia justa a la necesidad de sumar el primer triunfo de la temporada. «No se puede decir que si no ganas está todo terminado. No tenemos que presionarnos demasiado, porque esa ansiedad puede ir en nuestra contra. Es sólo el sexto partido y es importante ganar porque cuanto más tardemos en empezar será peor para todos, pero tampoco se terminaría el mundo si perdiésemos», insistió el centrocampista, para el que, por esa misma razón, es mejor «olvidar un poco qué pasaría si perdiéramos; es mejor pensar en qué pasa si ganamos».
Comparte opinión Javi Garrido, que admite que «estamos colistas, nadie quiere eso y el equipo necesita los tres puntos para ir sacando cabeza», pero que también tiene claro que «en cuanto cosechemos un par de buenos resultados la moral va a ir subiendo».
De todas formas, el lateral txuriurdin es el primero en admitir que «ya es hora de dar una alegría a la afición». Algo que también contribuirá a acabar con el pesimismo que se ha asentado en la afición realista. «Para influir en éso reconoce Aranburu, lo mejor que podemos hacer nosotros es jugar bien y sacar puntos. El ambiente y el apoyo del público siempre se agradecen, pero lo más importante está en nuestras manos. Si damos un buen nivel, lo demás vendrá rodado».
También hubo coincidencia entre Mikel Aranburu y Javi Garrido a la hora de analizar a su próximo rival, del que destacan su calidad y los refuerzos que ha incorporado este verano. «Me parece un buen equipo aseguraba el azpeitiarra. Ha hecho buenos fichajes y mantienen otros buenos jugadores». Algo que, de todas formas, no es exclusivo del Zaragoza. «El que venga aquí dentro de dos semanas tampoco será malo».
El factor campo
«Ha hecho una inversión fuerte y potente, y es un equipo competitivo, bueno atrás y con calidad arriba», subrayaba por su parte Garrido, lo que le hace prever «un partido disputado y trabado», en el que cree que el factor campo «va a ser importantísimo. El calor de la afición se va a notar».
Claro que ese calor también se puede volver en contra del propio equipo donostiarra no sería la primra vez si ls cosas se tuercen. Garrido reconoce que «a nadie le gusta recibir pitos», pero considera «totalmente respetable» que el público manifieste su parecer. Además, el lateral está convencido de que «hay muchísima más gente que apoya, pero de todos modos para que nadie pite lo que tenemos que hacer es plantar cara al rival desde el principio. Si eso es así, el graderío estará con nosotros al cien por cien», auguró.
Mikel González se retiró con un golpe
La Real se dedicó ayer al trabajo táctico, con un entrenamiento a puerta cerrada en Anoeta. Una sesión en la que los aspectos más destacables pasaron por la definitiva reincorporación al grupo de Javi Garrido y por la lesión de Mikel González. El defensa tuvo que retirarse antes de tiempo al sufrir una «contusión muscular en el cuádriceps derecho», según informaron los servicios médicos. El equipo volverá a trabajar hoy (10.00) en Zubieta, ya con la presencia de Claudio Bravo, que regresó ayer a Donostia.-
Cerca del peor arranque de la última década
DONOSTIA
Si sucede lo peor y la Real cae derrotada ante el
Zaragoza, habrá igualado su peor arranque liguero de la última década.
Fue en la temporada 01/02 cuando el equipo donostiarra
concluía la sexta jornada de Liga con un solo punto en su casillero, tras haber
empatado ante el Celta en Anoeta y haber perdido frente a Athletic, Alavés,
Villarreal, Barcelona y, curiosamente, Zaragoza. Posteriormente, la Real aún
empataría con el Sevilla y caería ante el Rayo Vallecano, con lo que tuvo que
esperar hasta la novena jornada para sumar su primer triunfo, en el derbi de
Anoeta ante Osasuna (21).
Lo mejor del caso es, quizá, que el equipo concluyó la
Liga en 13ª posición, con una ventaja relativamente cómoda siete
puntos sobre los puestos de descenso.
Lo peor, que en las últimas temporadas la Real ha sufrido
de lo lindo para mantener la categoría pese a haber protagonizado arranques
bastante mejores que el actual: siete puntos en la sexta jornada del pasado año,
cinco en la 04/05 y 9 en la 03/04.
Con todo, el mejor inicio de Liga de la última década fue
el de la temporada 02/03, cuando la Real rozaba el pleno en las seis primeras
jornadas, en las que sumó 14 puntos. Fue, evidentemente, la temporada del
subcampeonato.
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