Los dirigentes de la Union Europea adelantaron su llegada a la localidad finlandesa de Lahti con el objetivo declarado de preparar una postura común antes de la llegada de Vladimir Putin. Los 25 abrirán el mes próximo las negociaciones energéticas con Rusia por lo que consejo informal organizado en Finlandia ha sido planteado como un intercambio de posiciones, aunque Putin ya aclaró que de retomar la Carta de la Energía de 1997, nada. A diferencia de Rusia, los 25 lo tienen complicado para hablar con una sola voz. Más aún si se tiene en cuenta que la incorporación de estados del centro-este del continente ha introducido, a su vez, nuevas situaciones ­y hasta ha dado alas al debate sobre la conveniencia de reflotar o no la producción nuclear­. La UE compra a Rusia más del 25% de la energía que consume. Tal como demostró la no tan lejana crisis entre Rusia y Ucrania, Moscú es capaz de ejercer una presión nada desdeñable. ¿Hasta el punto de obligar a la UE a mirar a otro lado ante la deriva dictatorial de Putin? «Debemos buscar un equilibrio entre nuestros valores y nuestros intereses», planteó en la cena finlandesa el jefe de Gobierno estonio Andrus Ansip. Una tarea obligada, pero difícil. -

De Villepin y los tribunales

El primer ministro francés, Dominique de Villepin, tiene nuevos y viejos problemas ante los tribunales. Empezando por los últimos, el escándalo Clearsteam vuelve a cobrar actualidad con las nuevas audiciones judiciales a colaboradores cercanos del premier galo. Y a ese problema, que arrastra de tiempo atrás, se le une ahora el revés que el Tribunal de Apelación de París ha dado a su reforma laboral. Dicha instancia judicial se ha declarado competente para examinar una demanda contra el Contrato de Nuevo Empleo (CNE), que abre prácticamente las puertas al despido libre, arguyendo que podría contravenir el Convenio 158 de la OIT. Todo en el ambiente convulso del aniversario de las revueltas en las banlieue y en campaña... -

¿Estos ataques son gratis?

Ante el considerable revuelo provocado por la famosa frase de «no les va a salir gratis», incluida en la declaración de apoyo al lehendakari, ­ante el injustificado ataque del TSJPV­, cabe preguntarse si para el Gobierno de Lakua ese «hasta aquí hemos llegado» es extensible a otras embestidas judiciales o una pose limitada. Ayer mismo, la Audiencia Nacional española llamó a declarar como imputados por «pertenencia a ETA» a tres representantes de la izquierda abertzale por las marchas por la autodeterminación del pasado 30 de setiembre. Sin cuestionar el derecho del gobierno a defender a su lehendakari, ¿Lakua piensa en un plante democrático o le parece aceptable que unos ataques salgan gratis y otros tengan precio? -