Un allegado de la presa política vasca Maite Juarros Ruiz de Gordejuela sufrió el jueves un accidente a la altura de Errenteria cuando volvía de la prisión francesa de Gradignan. Según indicó Etxerat, a consecuencia del impacto el vehículo tuvo que ser retirado por una grúa, si bien el amigo de la presa bilbaina no sufrió daños físicos graves.

En su comunicado, el colectivo de familiares de represaliados políticos vascos explica cómo el miércoles fuentes de la citada cárcel confirmaron que no había nin- gún cambio con respecto a la situación de Juarros, de modo que la visita del jueves se podría realizar con normalidad. Pero cuando el amigo de la presa se personó anteayer en Gradignan, situado a 230 kilómetros de Euskal Herria, los funcionarios le dijeron que Juarros no se encontraba en el centro.

Y es que, según pudo confirmar ayer Etxerat, la presa ha sido alejada a la cárcel de Versalles, donde, además, está sola.

De este modo, el allegado tuvo que retomar el viaje de vuelta a Euskal Herria sin haber podido realizar la visita, y fue entonces cuando sufrió el accidente.

Ya suman 19

Con éste suman un total de 19 los accidentes provocados por la dispersión en lo que va de año, con un total de 39 personas afectadas.

Etxerat volvió a censurar así que los estados español y francés «siguen jugando con nuestras vidas y las de nuestros familiares, imponiendo unas condiciones de vida que pro- vocan la muerte y consecuencias irreversibles, pues todavía mantienen a nuestros familiares aleja- dos de Euskal Herria, en soledad y con condenas de por vida».

Pidió compromisos a los agentes vascos por la libertad de los presos enfermos y de los 150 que ya han cumplido sus penas, al tiempo que exigió la repatriación de todos los presos.