El tripartito veta la tramitación de una nueva Ley de Recuperación del Euskara
La Proposición de Ley que Ezker Abertzalea presentó para desarrollar una Ley para la Recuperación del Euskara ni siquiera será objeto de trámite parlamentario, al rechazar ayer el tripartito su toma en consideración. La portavoz independentista Nekane Erauskin censuró la actitud de PNV, EA y EB y criticó su «falta de voluntad para normalizar el euskara».
GASTEIZ
PNV, EA y Ezker Batua cerraron ayer las puertas a la tramitación de una Proposición de Ley presentada por el grupo parlamentario Ezker Abertzalea para aprobar una nueva Ley de Recuperación del Euskara que sustituya a la actual norma, vigente desde noviembre de 1982. Sólo Aralar respaldó la proposición del grupo parlamentario abertzale de abrir el trámite parlamentario a fin desarrollar un nuevo marco legal para la lengua nacional de Euskal Herria.
Además del tripartito, también PP y PSE rechazaron admitir a trámite la proposición de Ezker Abertzalea, cuya portavoz, Nekane Erauskin, acusó a los grupos que sostienen el Gobierno de Lakua de no tener «ninguna voluntad» de lograr la normalización del euskara.
La Proposición de Ley desestimada por la Cámara parte de la base del fracaso de la Ley de Normalización del Euskara aprobada hace un cuarto de siglo, y señala, entre otras cosas, que la lengua vasca «no goza de soberanía para su protección, no tiene protección política ni jurídica, y no goza de garantía alguna de los derechos lingüísticos». Frente a ello, «para dar la vuelta a la situación», Ezker Abertzalea sostiene que «es necesario otro modelo de política lingüística que encamine la normalización del euskara hacia el éxito».
En este sentido, el grupo independentista incluía en su propuesta el articulado de la nueva ley, para que fuera objeto de debate en la Cámara.
En su turno de exposición, Erauskin destacó que «los derechos lingüísticos de los euskaldunes no están garantizados» y censuró que ni siquiera la Administración respeta lo expuesto en la legislación actual. Enumeró, a modo de ejemplo, la situación que se vive en ámbitos como el de la Justicia o en Osakidetza y, a modo de conclusión, afirmó que «en lo que se refiere a la lengua, los euskaldunes somos ciudadanos de segunda». Por ello, solicitó que los ciudadanos que quieren vivir en euskara «tengamos los mismos derechos que los españoles y los franceses tienen en sus estados».
La portavoz independentista reconoció que su propuesta no pretendía ser «una fórmula mágica» para lograr la normalización del euskara, pero defendió que podía ser «una herramienta valiosa» para ello.
A Erauskin le sucedió en el estrado la parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, que argumentó su apoyo a la tramitación de la iniciativa en la necesidad de abrir el debate sobre esta cuestión, aunque mati- zó que discrepaba en algunos puntos del contenido de la Proposición de Ley.
En cualquier caso, coincidió con su homóloga de Ezker Abertzalea al valorar que la Ley del Euskara «es uno de los ejemplos más significativos y dolorosos del incumplimiento de una ley».
El punto de vista del tripartito es totalmente contrapuesto. Los representantes de PNV, EA y EB defendieron la vigencia de la actual Ley del Euskara, aunque admitieron que «aún hay que dar pasos».
Desde la formación jeltzale, Arantza Aurrekoetxea afirmó que «estamos orgullosos de los resultados obtenidos», y aseguró que «el PNV concede total validez a la ley en vigor y a sus principios». Sostuvo, asimismo, que la ley de 1982 «protege jurídicamente a los hablantes de euskara» y que «tiene en cuenta la situación sociológica».
Onintza Lasa, de EA, opinó que «se ha de reconocer el valor de la ley actual, y que los pasos dados están basados en ella», mientras que Antton Karrera argumentó que «si la ley no se ha cumplido es porque la sociedad no ha empujado lo suficiente para que se cumpla».
Batasuna: «El PNV pretende ocultar el fracaso de su política lingüística»
GASTEIZ
Batasuna realizó una concentración en el exterior del Parlamento para reivindicar una nueva política lingüística. Fue una movilización en la participaron varios parlamentarios de Ezker Abertzalea y con la que la formación abertzale denunció también la actitud del tripartito ante este debate.El mahaikide Hasier Arraiz manifestó a los medios que «es necesaria una nueva política lingüística, porque la mantenida hasta ahora ha demostrado su fracaso al no conseguir su principal objetivo, que es la normalización del euskara». Apuntó, a este respecto, que «han pasado décadas y es evidente que la situación del euskara no se ha normalizado, no se ha producido la normalización política de nuestra lengua». «Reivindicamos un nuevo estatus político y jurídico para el euskara, que debe partir de un nuevo marco legal, y para ello necesitamos un instrumento como es la Proposición de Ley que se presentaba hoy en la Cámara de Gasteiz», señaló.
«Máxima gravedad»
Arraiz criticó que «ese debate ha sido impedido» por parte del tripartito y declaró que para Batasuna «es una actitud de máxima gravedad por parte del PNV, ya que representa el miedo que le tiene al debate, y porque pretende ocultar el fracaso de su política lingüística durante todos estos años», al go que, a su parecer, «aunque lo intenten, no se puede ocultar».En esta línea, el portavoz abertzale calificó la actitud de la formación jeltzale de «antidemocrática y muy poco ejemplar».
«Son nuestros derechos los que no se están respetando»
GASTEIZ Las portavoces del PP, Laura Garrido, y del PSE, Esozi Leturiondo, coincidieron en tildar de «excluyente» la Proposición de Ley de Ezker Abertzalea. Para Garrido, la iniciativa del grupo parlamentario abertzale «no respeta la libertad individual ni nuestro marco legal», y «está al servicio del proyecto político de la construcción nacional». La parlamentaria del PP opinó también que en la propues- ta «se hace una utilización partidista del euskara, cuando esta lengua es un patrimonio de todos los vascos», y llegó a señalar que «nadie debe ser marginado por causa de la lengua». «Cuando se impone una cosa, se acaba odiando», agregó. Leturiondo, por su parte, valoró que la proposición para una nueva Ley de Recuperación del Euskara «está fuera de la realidad» y «al margen de los deberes de este Parlamento». La parlamentaria del PSE afirmó también que «la sociedad es plural» y que, por tanto, todo movimiento en este tema «debe partir desde una posición de consenso, respetando los derechos de todos los ciudadanos». A ambas portavoces les respondió Nekane Erauskin en su turno de réplica. Sobre las declaraciones de Garrido, la parlamentaria abertzale manifestó que «aquel que impone llama impositor a quien realmente está oprimido», y a la representante del PSE le recordó que «son nuestros derechos lingüísticos los que no se respetan». «Los derechos de los españoles sí, porque aquí todos estamos obligados a conocer el castellano», agregó.
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