Michel Camdessus, ex director gerente del Fondo Monetario Internacional y gobernador honorario del Banco de Francia, fue uno de los grandes protagonistas de la segunda jornada del congreso organizado por el Foro Rural Mundial. Su intervención giró en torno al octavo epígrafe de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de Naciones Unidas (ONU), declaración que ya fue abordada ayer por varios ponentes.

Cabe recordar que este documento, ratificado por 189 estados, abarca desde la reducción a la mitad de la pobreza extrema en el mundo hasta la detención de la propagación del Sida y la consecución de la enseñanza universal para 2015. Pues bien, el octavo y último punto de la declaración, calificado por Camdessus como «el niño pequeño de la familia», habla de lograr un pacto para el desarrollo. Ese objetivo fue considerado por el experto baionarra como «el más importante de todos», pese a reconocer que se trata del reto que pasa más desapercibido.

«Codo con codo»

Por ello, Camdessus centró su ponencia en explicar el espíritu que debe reinar en la búsqueda de ese pacto, que, de cumplirse, facilitaría la consecución de los restantes Objetivos del Milenio. «Los desafíos que existen en el mundo rural sólo se pueden solucionar sí todos actúan codo con codo», señaló. En este sentido, tras destacar que ninguna de las partes puede solucionar los problemas del mundo por su cuenta, abogó por trabajar «con espíritu de partenariado» y «solidaridad». Remarcó que esa es, a fin de cuentas, la filosofía para que la mitad del planeta, que es el porcentaje de gente que vive en el medio rural, logre lo que «le hemos prometido».